Valiente Arturo
Había una vez un niño llamado Arturo que le tenía mucho miedo a ir al dentista. Cada vez que su mamá le decía que tenía una cita, él se ponía muy nervioso y comenzaba a temblar de miedo.
Un día, mientras Arturo jugaba en el parque con sus amigos, notó que uno de ellos tenía un diente muy feo y negro.
El niño le contó a Arturo que había tenido una caries muy grande y tuvo que ir al dentista para arreglarlo. Arturo se asustó aún más al escuchar esto. Pensó en lo doloroso que debió ser para su amigo y no podía evitar imaginarse la misma situación para él.
Sin embargo, algo dentro de él hizo clic y decidió enfrentar su miedo. Esa misma tarde, Arturo fue corriendo a su casa y buscó información sobre los dentistas en internet.
Descubrió que los dentistas son personas amables y profesionales cuyo trabajo es cuidar nuestros dientes para mantenerlos sanos. Con esta nueva información en mente, Arturo decidió hablar con su mamá sobre su miedo. "-Mamá, sé que tengo mucho miedo de ir al dentista, pero quiero superarlo", dijo decidido.
Su mamá sonrió orgullosa y le explicó cómo ella también solía tener miedo cuando era niña, pero descubrió que no hay nada de qué preocuparse. Le aseguró que estarían allí con él durante toda la cita y prometió llevarle un regalo especial después.
El día de la cita llegó finalmente. Arturo entró a la sala del dentista temblando un poco, pero recordando todo lo que había aprendido sobre ellos. El dentista, el Dr.
Martínez, fue muy amable y le explicó cada paso del proceso antes de comenzar. Mientras el Dr. Martínez revisaba los dientes de Arturo, le mostró cómo usar correctamente el cepillo de dientes y la importancia de una buena higiene bucal.
También le explicó que si se cuidaba bien los dientes, no tendría que pasar por tratamientos dolorosos en el futuro. Arturo escuchaba atentamente y poco a poco su miedo comenzó a desvanecerse.
Se dio cuenta de que ir al dentista no era tan malo como pensaba y que podía confiar en ellos para cuidar de su salud dental. Después de terminar la cita, Arturo salió con una sonrisa radiante en su rostro.
Su mamá cumplió su promesa y lo llevó a elegir un helado como premio por enfrentar su miedo. Desde ese día, Arturo dejó atrás su miedo al dentista. Aprendió que es normal tener temores pero también descubrió cómo superarlos con valentía y conocimiento.
Ahora, cada vez que tiene una cita con el dentista, va sin ningún temor sabiendo que está cuidando bien sus dientes y manteniendo esa hermosa sonrisa sana. Y así, Arturo demostró que todos podemos superar nuestros miedos cuando nos armamos con información y contamos con el apoyo adecuado.
FIN.