Valiente en el Parque
Había una vez, en un barrio muy alegre de Buenos Aires, un niño llamado Juan.
Juan tenía 3 años y le encantaba jugar con sus amigos en el parque, pero tenía un problemita: le daba miedo usar la pelela y siempre usaba pañales. Un día, la mamá de Juan se reunió con sus amigos Sofía y Marcos para idear un plan especial.
Querían enseñarle a Juan lo divertido que podía ser ir al baño solito, como los niños grandes. "¡Vamos a hacerlo juntos!", dijo Sofía emocionada. "Sí, vamos a mostrarle que no hay nada de qué tener miedo", agregó Marcos. Así que empezaron a planear una aventura para ayudar a Juan a superar su miedo.
Decidieron llevarlo al parque de diversiones más grande de la ciudad. Cuando llegaron al parque, Juan estaba maravillado con todas las atracciones: los juegos mecánicos, los globos de colores y las luces brillantes.
Pero entonces sintió ganas de ir al baño. "Juan, ¿por qué no intentas usar el baño del parque?", sugirió su mamá. Juan dudó por un momento, pero luego recordó que estaba rodeado de personas que lo querían mucho y decidió intentarlo.
Para su sorpresa, el baño del parque era muy colorido y tenía dibujos divertidos en las paredes. ¡Incluso había música alegre sonando! Juan se relajó y logró hacer pipí sin problemas. "¡Lo lograste, Juan! ¡Estamos tan orgullosos de ti!", exclamaron todos felices.
Juan sonrió emocionado y se dio cuenta de que no había sido tan difícil como pensaba.
Desde ese día, cada vez que sentía ganas de ir al baño, recordaba la experiencia en el parque y ya no le daba miedo usar la pelela en casa. Se sentía todo un campeón.
Y así, gracias al amor y apoyo de su mamá y amigos, Juan superó su miedo a la pelela y aprendió lo divertido que puede ser ser grande e independiente. Y colorín colorado este cuento ha terminado... o mejor dicho ¡recién comienza para Juancito!
FIN.