Valiente Valentina y el oso del bosque
Valentina era una niña curiosa de 8 años a la que le encantaba explorar el bosque cerca de su casa. Un día, decidió aventurarse más allá de sus lugares habituales y se adentró en el bosque profundo. Mientras caminaba, escuchó un ruido extraño y se detuvo. Para su sorpresa, se encontró cara a cara con un gran oso marrón. Valentina sintió miedo al principio, pero recordó lo que le había enseñado su abuelita sobre mantener la calma en situaciones difíciles.
Valentina levantó lentamente sus brazos y dijo en voz suave: "Hola, señor oso, soy Valentina. ¿Cómo estás?" El oso la miró con curiosidad y gruñó suavemente. Valentina recordó haber leído que a los osos les gustaba la miel, así que buscó en su mochila y sacó un frasco. Con cuidado, abrió el frasco y dejó que el oso olfateara. El oso se acercó y empezó a lamer la miel, mientras Valentina observaba maravillada.
Después de un rato, el oso se apartó y caminó hacia un punto en el bosque. Valentina lo siguió, manteniendo la distancia. Pronto, llegaron a un claro donde el oso se detuvo y miró a Valentina. Para su sorpresa, Valentina vio algo brillante entre las ramas: era un collar de flores. El oso gentilmente tomó el collar con su boca y se lo ofreció a Valentina. "¡Gracias, señor oso!" exclamó Valentina emocionada, poniéndose el collar.
El oso gruñó suavemente y luego se alejó. Valentina regresó a su casa, emocionada por su aventura. Les contó a sus padres sobre su encuentro con el oso y les mostró el collar de flores. A partir de ese día, Valentina visitaba el bosque con mayor precaución, siempre recordando la importancia de mantener la calma y el respeto hacia la naturaleza y sus habitantes. Y, por supuesto, nunca olvidaba llevar un frasco de miel en su mochila, porque nunca se sabía cuándo podría encontrarse con su amigo el oso.
FIN.