¡Valiente y sin miedo al dentista!
Jimena era una niña muy curiosa y valiente, pero tenía un pequeño problema: le tenía mucho miedo al dentista.
Cada vez que sus padres le decían que tenían una cita con el odontólogo, Jimena se ponía nerviosa y empezaba a temblar. Un día, mientras jugaba en el parque, Jimena vio a un grupo de niños riendo y disfrutando de helados deliciosos. Se acercó corriendo para preguntarles dónde los habían conseguido.
"¡Hola! ¿Dónde consiguieron esos helados tan ricos?", preguntó Jimena emocionada. Los niños sonrieron y uno de ellos respondió: "En la heladería del señor Luis. Es el mejor lugar para conseguir helados en todo el vecindario".
Jimena no podía resistirse a la idea de probar uno de esos helados tan deliciosos, así que les pidió indicaciones para llegar hasta allí. Los niños le dieron las instrucciones y ella se fue corriendo hacia la heladería.
Cuando llegó al lugar, Jimena quedó maravillada por todos los sabores y colores de los helados. El señor Luis, dueño de la heladería, la recibió con una gran sonrisa. "Hola, ¿en qué puedo ayudarte?", preguntó amablemente. "Quiero uno de esos ricos helados", dijo Jimena señalando el cartel lleno de opciones.
El señor Luis preparó un hermoso cucurucho con su sabor favorito y lo entregó a Jimena con cariño. Ella dio un mordisco al dulce postre y sintió cómo su miedo al dentista se desvanecía.
"¡Está delicioso!", exclamó Jimena con una sonrisa en su rostro. "Me alegra que te guste. ¿Sabes qué? Tengo un amigo que es dentista y siempre me cuida los dientes para poder disfrutar de mis propios helados", dijo el señor Luis.
Jimena quedó sorprendida por la declaración del señor Luis. No podía creer que alguien pudiera disfrutar de los helados sin miedo al dentista. "¿En serio? Yo tengo mucho miedo cuando voy al dentista.
Me pongo muy nerviosa y no sé qué hacer", confesó Jimena con tristeza. El señor Luis le dio unas palmaditas en el hombro y le dijo: "No te preocupes, Jimena. Mi amigo, el Dr. Martín, es un dentista muy amable y comprensivo.
Él sabe cómo ayudar a los niños a superar sus miedos". Intrigada por las palabras del señor Luis, Jimena decidió darle una oportunidad al Dr. Martín. Al día siguiente, sus padres la llevaron a la consulta dental del amable odontólogo.
Cuando llegaron, el Dr. Martín les dio la bienvenida con una gran sonrisa y explicó a Jimena todos los pasos del procedimiento dental de manera divertida e interactiva.
Le mostró todos los instrumentos y le aseguró que no iban a lastimarla. Jimena aún estaba nerviosa, pero poco a poco fue sintiéndose más segura gracias a la paciencia y amabilidad del Dr. Martín. Después de unos minutos, el tratamiento terminó sin ningún problema.
Jimena se dio cuenta de que el miedo que había sentido antes era solo una sensación y no algo real. "¡Eso fue genial! No me dolió en absoluto", exclamó Jimena sorprendida. El Dr.
Martín sonrió y le dijo: "Es normal tener miedo, pero estoy aquí para cuidar de tus dientes y hacerte sentir cómoda. Recuerda que los dentistas están para ayudarte". Desde ese día, Jimena dejó atrás su miedo al dentista.
Aprendió que no hay nada de qué temer cuando se trata de cuidar su salud dental y ahora disfruta de sus visitas regulares al consultorio del Dr. Martín. Y así, gracias a la valentía de Jimena y a la amabilidad del señor Luis y el Dr.
Martín, ella pudo superar su miedo al dentista y seguir disfrutando de helados sabrosos sin preocupaciones.
FIN.