Valientes amigos



Había una vez una niña llamada Sofía que vivía en un pequeño pueblo rodeado de un frondoso bosque. A ella le encantaba explorar y descubrir cosas nuevas, pero siempre tenía miedo de aventurarse demasiado lejos.

Un día, mientras paseaba por el bosque, Sofía encontró a un perro muy peculiar llamado Max. Este perro no era como los demás; tenía la capacidad de hablar y vivía en una cueva secreta en medio del bosque.

"¡Hola! ¿Quién eres?"- preguntó Sofía sorprendida. "Soy Max, el perro guardián del bosque. ¿Y tú?"- respondió Max con entusiasmo. Sofía se presentó y contó a Max sobre su temor a adentrarse más allá del límite del pueblo.

El perro, con su sabiduría y experiencia, decidió ayudarla a superar sus miedos. Juntos formaron una gran amistad y comenzaron a explorar el bosque todos los días.

En uno de sus paseos, se toparon con una familia de ratones que también vivían en el bosque. Estaban buscando comida desesperadamente porque un malvado dragón había arrasado su hogar. "¡Oh no! ¡Tenemos que ayudarlos!"- exclamó Sofía preocupada.

Max asintió y juntos idearon un plan para enfrentarse al dragón y salvar la casa de los ratones. Primero, buscaron ramas secas para construir una trampa gigante cerca de la cueva del dragón. Luego recolectaron piedras brillantes para distraerlo mientras liberaban a la familia de ratones.

El día del enfrentamiento llegó y Sofía y Max se acercaron sigilosamente a la cueva del dragón. Con valentía, colocaron las piedras brillantes en el suelo para llamar la atención del dragón mientras liberaban a los ratones atrapados.

El dragón, impresionado por las piedras, dejó de prestar atención a los intrusos. Mientras tanto, Sofía y Max lograron abrir las jaulas de los ratones y escapar sin ser vistos. Cuando todos estuvieron a salvo, la familia de ratones les dio las gracias con lágrimas en sus ojos.

Estaban muy felices de tener una nueva casa y estar lejos del peligro del dragón. Sofía se sintió orgullosa de sí misma por haber superado sus miedos y ayudar a otros.

Aprendió que no debemos dejar que nuestros temores nos detengan, sino que debemos enfrentarlos con valentía. Desde ese día, Sofía continuó explorando el bosque junto a Max, pero ahora sin miedo. Juntos vivieron muchas aventuras más y siempre ayudaron a aquellos que necesitaban su ayuda.

Y así fue como una niña valiente, un perro sabio, una familia de ratones y un bosque lleno de maravillas demostraron que cuando trabajamos juntos podemos superar cualquier obstáculo.

FIN.

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