Valientes en la arena
Había una vez una niña llamada Betty, a quien le encantaba la playa. Pasaba horas jugando en la arena, construyendo castillos y buscando almejas marinas.
Un día nublado, mientras caminaba por la orilla del mar, encontró a un chico llamado Nicolás que también disfrutaba de la playa. - ¡Hola! Soy Betty, ¿tú cómo te llamas? -saludó Betty con entusiasmo. - Hola, yo soy Nicolás. ¿Te gustaría jugar juntos en la playa? -respondió él con una sonrisa.
Betty y Nicolás conectaron de inmediato. Jugaron al voleibol, se mojaron los pies en el agua y compartieron sus meriendas. Mientras tanto, las nubes grises cubrían el cielo y el viento soplaba suavemente.
De repente, un fuerte viento comenzó a soplar y las olas crecieron cada vez más. Betty y Nicolás se asustaron un poco al ver cómo el mar se agitaba frente a ellos. - ¡Tenemos que encontrar refugio! -exclamó Nicolás preocupado.
Corrieron hacia unas rocas cercanas para resguardarse del viento y las olas. La marea subía rápidamente y parecía que quedarían atrapados entre las rocas y el mar embravecido. - ¡No sé qué hacer! -gritó Betty angustiada.
Nicolás tomó la mano de Betty con firmeza y le dijo:- Tranquila, juntos encontraremos una solución. Vamos a esperar aquí hasta que pase la tormenta. Pasaron unos momentos de mucha tensión mientras esperaban protegidos entre las rocas.
Finalmente, el viento comenzó a amainar y las olas volvieron a su calma habitual. - ¡Lo logramos! -exclamó Betty aliviada. Betty miró a Nicolás con admiración por haber sido tan valiente y solidario en ese momento de peligro.
Ambos se abrazaron emocionados por haber superado juntos esa situación complicada en la playa. Desde ese día, Betty y Nicolás se convirtieron en grandes amigos inseparables.
Aprendieron lo importante que es estar ahí uno para el otro en los momentos difíciles y disfrutar juntos de los buenos momentos en la playa bajo el sol o incluso cuando sopla un fuerte viento en un día nublado.
Y así fue como Betty descubrió que no importa si hace sol o está nublado; lo fundamental es tener amigos valientes como Nicolás para vivir aventuras inolvidables junto al mar.
FIN.