Valientes y Bondadosos


En una granja en el campo vivía la gallina Margarita, una gallina muy especial que ponía los huevos más grandes y brillantes de toda la granja. Todos los animales la admiraban y respetaban por su amabilidad y generosidad.

Un día, Margarita decidió que quería ser mamá y tener pollitos propios. Así que empezó a incubar sus huevos con mucho cuidado y paciencia. Pasaron los días y finalmente, un hermoso pollito salió del cascarón.

Margarita lo llamó Pepito. "¡Bienvenido Pepito! ¡Eres mi primer pollito!", exclamó Margarita emocionada. Pepito creció feliz y juguetón bajo el cuidado amoroso de su madre.

Pero un día, mientras exploraba el corral, se encontró con un gallo llamado Ramón que no era tan amable como parecía. "¿Qué haces aquí, pollito? Este es mi territorio", dijo Ramón con voz amenazante. Pepito, asustado pero valiente, respondió: "Soy el hijo de Margarita, la gallina más respetada de esta granja.

Tengo derecho a estar aquí". Ramón, furioso por haber sido desafiado por un pequeño pollito, decidió hacerle la vida imposible a Pepito. Lo intimidaba constantemente y no lo dejaba comer ni jugar en paz.

Margarita notaba el cambio en su hijo y decidió intervenir. Se acercó a Ramón con determinación y le dijo: "Ramón, entiendo que quieras proteger tu territorio, pero no tienes derecho a intimidar a mi hijo. Él también merece ser feliz en esta granja".

Ramón se sintió avergonzado por su comportamiento y reflexionó sobre sus acciones. Finalmente, decidió disculparse con Pepito y aceptarlo como parte de la granja. A partir de ese día, todos los animales convivieron en armonía en la granja.

Pepito creció sano y fuerte gracias al amor de su madre Margarita y aprendió que la valentía no está en pelear sino en enfrentar los problemas con inteligencia y bondad.

Y así, la historia de Margarita, Pepito y Ramón se convirtió en ejemplo para todos los habitantes de la granja sobre cómo superar las diferencias con respeto y empatía.

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