Venancio y la lucha por un bosque limpio
Había una vez, en un hermoso bosque llamado "El Valle Encantado", vivía un venado llamado Venancio. Era el venado más valiente y ágil de todo el bosque.
Saltaba entre los arbustos, corría velozmente por los prados y siempre estaba rodeado de amigos. Un día, mientras Venancio jugaba con sus amigos cerca del río, notó algo extraño. El agua estaba turbia y había basura flotando en ella.
Venancio se acercó con curiosidad y vio que las orillas estaban llenas de botellas plásticas, latas vacías y bolsas de plástico. - ¡Oh no! -exclamó Venancio preocupado-. Nuestro hogar está siendo contaminado. Venancio decidió investigar qué estaba pasando y se adentró más en el bosque.
Descubrió que cerca del río se encontraba una fábrica que estaba vertiendo residuos tóxicos al agua. Esto era lo que causaba la contaminación. El valiente venado sabía que tenía que hacer algo para salvar su hogar y a todos sus amigos animales.
Así que reunió a todas las criaturas del bosque para contarles lo que había descubierto. - Amigos animales -dijo Venancio-, nuestro hogar está siendo dañado por la contaminación de esa fábrica cercana al río.
Tenemos que encontrar una solución antes de que sea demasiado tarde. Todos los animales escucharon atentamente las palabras de Venancio y decidieron unirse para luchar contra la contaminación.
Cada uno contribuiría desde su propia habilidad: los pájaros llevarían semillas para plantar árboles, los castores construirían presas para filtrar el agua y los conejos se encargarían de reagarrar la basura. Los días pasaron y el bosque comenzó a recuperarse poco a poco.
Los árboles volvieron a crecer, el agua del río se limpió y todos los animales volvieron a disfrutar de su hogar. Sin embargo, Venancio notó que algo extraño le estaba sucediendo. Su cuerpo empezaba a deformarse debido a los residuos tóxicos que había tocado en el río contaminado.
Triste por su apariencia cambiada, Venancio decidió alejarse del resto de los animales para no preocuparlos. Caminando solo por el bosque, encontró un estanque mágico donde vivía una anciana sabia llamada Abuela Luna.
- Querido Venancio -dijo Abuela Luna con voz dulce-, tu belleza no está en tu apariencia externa, sino en tu noble corazón y valentía. Eres un ejemplo para todos nosotros. Venancio miró su reflejo en el estanque y entendió las palabras de la sabia anciana.
No importaba cómo luciera físicamente, lo importante era lo que llevaba dentro: amor por sus amigos y compromiso con su hogar. Con renovada confianza, Venancio regresó al Valle Encantado junto a sus amigos animales.
Les contó sobre su encuentro con Abuela Luna y les recordó que juntos podían superar cualquier desafío. Desde ese día en adelante, todos los animales del bosque aprendieron la importancia de cuidar su hogar y luchar contra la contaminación.
Y Venancio, a pesar de su deformidad, siguió siendo el venado más valiente y querido del bosque. Y así, con amor y determinación, los animales del Valle Encantado lograron vencer la contaminación y vivieron felices para siempre en un bosque limpio y saludable.
FIN.