Vencer el bullying juntos


Había una vez una pequeña y valiente niña llamada Marcela. Tenía el cabello rubio como los rayos del sol y una estatura bajita pero llena de energía.

Marcela siempre llevaba una sonrisa en su rostro y era amable con todos a su alrededor. Sin embargo, había un grupo de niños malintencionados en la escuela que se burlaban constantemente de Marcela por ser diferente. Le decían cosas hirientes y se reían a sus espaldas.

Esto entristecía mucho a Marcela, pero ella nunca dejaba que las palabras crueles le afectaran demasiado. Un día, mientras caminaba por el patio de la escuela, un grupo de chicas notó lo que le estaban haciendo a Marcela.

Eran Laura, Sofía y Valentina, tres amigas inseparables que no podían soportar ver cómo alguien era tratado injustamente. Laura se acercó a Marcela con una gran sonrisa en su rostro y dijo: "¡Hola! Soy Laura, ¿quieres jugar con nosotras?".

Marcela miró sorprendida a Laura y respondió tímidamente: "¡Claro! Me encantaría". Desde ese día, las cuatro niñas se volvieron grandes amigas. Juntas jugaban durante los recreos e incluso compartían sus meriendas. Las risas llenaron el aire mientras crecía la amistad entre ellas.

El grupo de chicos malintencionados notó este nuevo vínculo entre Marcela y las chicas e intentaron hacerle más bullying para separarlas. Pero cada vez que trataban de herir los sentimientos de Marcela, Laura, Sofía y Valentina aparecían para defenderla.

Un día, durante el recreo, los chicos malintencionados decidieron hacer algo realmente cruel. Le quitaron a Marcela su mochila y la lanzaron al techo del edificio de la escuela.

Marcela se sintió muy triste y asustada ante esta situación. Pero Laura, Sofía y Valentina no se quedaron de brazos cruzados. Se acercaron a Marcela y le dijeron: "No te preocupes, vamos a ayudarte". Juntas idearon un plan para recuperar la mochila de Marcela.

Usando su ingenio, lograron encontrar una escalera lo suficientemente alta como para llegar al techo. Con valentía, subieron por ella hasta alcanzar la mochila atrapada.

Cuando bajaron triunfantes con la mochila en sus manos, todos los niños que habían presenciado el acto cruel aplaudieron y vitorearon a las chicas por su valentía y amistad. Desde aquel día, nadie volvió a molestar a Marcela.

Los chicos malintencionados aprendieron una lección importante sobre respeto y amabilidad gracias a las acciones valientes de Laura, Sofía y Valentina. Marcela comprendió que no importaba si era diferente o tenía una estatura baja; lo que importaba era tener amigos verdaderos que siempre estarían ahí para apoyarla.

La historia de Marcela nos enseña que el valor verdadero radica en ser uno mismo sin importar lo que otros digan o piensen. Además, nos muestra cómo la amistad puede superar cualquier obstáculo y convertirse en un escudo contra el bullying.

Y así fue como Marcela encontró fuerza en la amistad y cambió su historia para siempre.

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