Venciendo la ansiedad y alcanzando metas



Había una vez una niña llamada Mariana que siempre estaba ansiosa y nerviosa. Desde que se levantaba por la mañana hasta que se iba a dormir, su mente era un torbellino de pensamientos desordenados.

No importaba cuánto intentara organizarse, siempre parecía estar un paso atrás. Mariana vivía en una pequeña casa junto a sus padres y tenía dos hermanos mayores, Tomás y Sofía.

A diferencia de ella, sus hermanos eran muy ordenados y siempre tenían todo bajo control. Mariana los admiraba mucho y deseaba ser como ellos. Un día, mientras Mariana estaba sentada en su habitación tratando de organizar sus juguetes, escuchó risas provenientes del jardín trasero.

Se asomó por la ventana y vio a Tomás y Sofía jugando con amigos del vecindario. Mariana decidió unirse a ellos, pero cuando llegó al jardín, se dio cuenta de que todos estaban formando equipos para jugar al fútbol.

La idea de tener que elegir equipos la puso aún más ansiosa. ¿Y si nadie quería tenerla en su equipo? Timidamente se acercó a los niños y dijo: "Hola chicos, ¿puedo jugar también?" Los niños miraron hacia abajo con expresiones dudosas en sus rostros.

"Claro" , dijo uno de los niños finalmente. "Pero primero necesitamos saber cómo te organizas". Mariana bajó la cabeza avergonzada. Ella no sabía cómo responder esa pregunta. "No te preocupes", intervino Sofía. "Podemos enseñarte algunas técnicas para organizarte mejor".

Tomás y Sofía comenzaron a darle consejos a Mariana sobre cómo hacer listas, establecer horarios y mantener su espacio ordenado. Poco a poco, Mariana comenzó a sentirse más segura de sí misma.

Con el tiempo, la ansiedad de Mariana disminuyó y pudo aplicar lo que había aprendido en otras áreas de su vida. Su habitación estaba siempre ordenada y sus tareas escolares estaban al día. Incluso se convirtió en una gran ayuda para sus padres en casa.

Un día, mientras jugaba con sus amigos en el jardín trasero, alguien sugirió organizar una feria de caridad para recaudar dinero para los niños necesitados del vecindario. Todos estuvieron de acuerdo y comenzaron a planificar el evento.

Mariana tomó el liderazgo y utilizó todas las técnicas que había aprendido para organizar la feria. Hizo una lista detallada de las tareas que debían realizarse, asignó roles a cada uno de sus amigos y estableció un horario estricto.

La feria fue todo un éxito gracias al esfuerzo organizativo de Mariana. Los niños del vecindario disfrutaron de juegos divertidos, comida deliciosa y muchas risas. Al final del día, habían recaudado mucho dinero para los niños necesitados.

Mariana se dio cuenta entonces de lo lejos que había llegado desde aquellos días en los que solía sentirse ansiosa por no poder organizarse. Ahora sabía que podía lograr cualquier cosa si se mantenía enfocada y aplicaba las técnicas adecuadas.

Desde ese día en adelante, Mariana siguió siendo una niña organizada pero también aprendió a disfrutar de la vida sin dejar que la ansiedad se apoderara de ella.

Inspiró a otros niños del vecindario a ser más organizados y demostró que todos pueden superar sus miedos si se lo proponen. Y así, Mariana vivió felizmente, sin permitir que la falta de organización le robara su alegría y confianza en sí misma.

FIN.

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