Verde y el patito amigo



Había una vez una pequeña rata llamada Verde, quien había nacido con un pelaje de color verde brillante.

A pesar de su belleza única, las demás ratas en la cañería donde vivían se burlaban y discriminaban a Verde por ser diferente. Cada día, cuando Verde salía para buscar comida, las otras ratas le gritaban cosas como "¡Mira esa rata extraña! ¡No pertenece aquí!" y se alejaban de ella.

Esto hacía que Verde se sintiera muy triste y sola. Un día, mientras buscaba comida en la calle, Verde encontró un pequeño jardín secreto detrás de un edificio.

Allí conoció a una mariposa llamada Luna que también era diferente a los demás insectos porque tenía manchas azules en sus alas. Luna le explicó a Verde que todos somos diferentes y eso nos hace únicos y especiales.

Le dijo que no debería preocuparse por lo que piensan las otras ratas ya que ellas no saben apreciar la belleza de lo diferente. Verde decidió seguir el consejo de Luna y comenzó a aceptarse tal como era. Empezó a explorar nuevos lugares fuera de su cañería y descubrió muchos lugares interesantes donde podía encontrar comida deliciosa.

Un día, mientras estaba buscando comida en el parque, escuchó unos chillidos desesperados provenientes del estanque cercano. Al acercarse al borde del agua, vio a un patito atrapado entre algunas ramas flotantes.

Sin pensarlo dos veces, Verde saltó al agua para ayudar al patito. Con mucho esfuerzo logró liberarlo y llevarlo a salvo a la orilla. El patito estaba muy agradecido y le preguntó por qué había arriesgado su vida para ayudarlo.

Verde le explicó que ella también había sido discriminada por ser diferente, pero que había aprendido a aceptarse tal como era y eso la hacía feliz. Le dijo al patito que no importa lo diferentes que seamos, siempre podemos encontrar algo en común y ser amigos.

El patito quedó impresionado con la valentía de Verde y comenzaron una amistad inseparable. Pronto, otras ratas empezaron a ver la manera en que Verde se relacionaba con el patito y cómo encontraba comida deliciosa fuera de su cañería.

De repente, las demás ratas empezaron a acercarse a Verde para pedirle consejos sobre cómo encontrar comida en lugares nuevos. Al principio fue difícil para Verde perdonarlas por haberla discriminado, pero recordando las palabras de Luna decidió darles una oportunidad.

Con el tiempo, todas las ratas comenzaron a aceptarla tal como era e incluso algunos pequeños pelajes verdes comenzaron a aparecer entre ellas. La cañería se convirtió en un lugar más inclusivo gracias al coraje y perseverancia de Verde.

Desde ese día en adelante, todos los animales del parque conocían la historia de la rata verde valiente que salvó un pato atrapado.

Y cada vez que alguien veía una rata con pelaje verde brillante caminando por allí, sonreían sabiendo cuánto coraje tenía esa pequeña rata para ser diferente.

FIN.

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