Verónica y su triunfo en el ballet
Verónica era una niña muy inquieta. Siempre estaba buscando nuevas aventuras y cosas emocionantes para hacer. Un día, mientras caminaba por el parque, vio a un grupo de bailarinas haciendo piruetas y movimientos graciosos en el escenario.
Verónica se quedó hipnotizada por la belleza del espectáculo y sintió que su corazón latía con fuerza. "¡Quiero ser como ellas!" pensó Verónica mientras miraba fijamente el espectáculo.
Después del show, Verónica se acercó a las bailarinas y les preguntó cómo podía aprender a bailar así. Las bailarinas le dijeron que tenía que practicar mucho y tomar clases de baile. Verónica estaba emocionada pero también un poco asustada porque no sabía nada sobre ballet o danza contemporánea.
Decidió hablar con su mamá para ver si podía ayudarla a encontrar una clase de baile adecuada para ella. Cuando llegaron a casa, Verónica le contó todo a su mamá.
Su mamá sonrió y dijo: "¡Eso es fantástico! Te apoyaremos en todo lo que necesites". Al día siguiente, Verónica comenzó sus clases de ballet y pronto descubrió que era más difícil de lo que parecía en el escenario.
Pero no se rindió, siguió practicando todos los días después de la escuela hasta altas horas de la noche. Un día, durante una presentación escolar, Verónica tuvo un desafortunado accidente en donde tropezó con su tutú y cayó al piso frente a toda la audiencia.
Todos se rieron y algunos niños comenzaron a burlarse de ella. Verónica se sintió muy triste y humillada, pero no dejó que eso la detuviera. Siguió practicando incluso más duro y aprendió a superar sus miedos y limitaciones.
Finalmente, después de meses de práctica, Verónica tuvo su gran oportunidad en un concurso nacional de baile. Se presentó ante una audiencia enorme y realizó una actuación impresionante que dejó a todos boquiabiertos.
Cuando terminó su actuación, el público comenzó a aplaudir frenéticamente y las lágrimas comenzaron a caer por los ojos de Verónica. "Lo logré", pensó mientras se abrazaba fuertemente con su mamá. Desde ese día en adelante, Verónica siguió bailando con pasión y dedicación.
Aprendió que la perseverancia y la confianza en uno mismo son las claves para alcanzar cualquier objetivo que uno se proponga en la vida.
FIN.