Viaje entre Estrellas



En un pequeño pueblo llamado Estrellita, dos amigos inseparables, Lila la astronauta y Pipo el robot, soñaban con recorrer la galaxia. Un día, decidieron construir una nave espacial con cajas de cartón, luces de colores y algo de imaginación.

"¡Vamos a hacer la nave más increíble de todo el universo!" - exclamó Lila, mientras corría a buscar más cajas.

"Y yo agregaré mis circuitos de luz, ¡será espectacular!" - contestó Pipo, saltando de alegría.

Después de días de trabajo, la nave estaba lista. La pintaron de azul brillante y decoraron su interior con estrellas de papel.

"¿Estamos listos?" - preguntó Lila con emoción.

"Listos para despegar al planeta Wonder!" - replicó Pipo, soñando con las maravillas que encontrarían.

Con un gran grito de alegría, entraron en su nave. La puerta se cerró y Lila comenzó a presionar botones imaginarios. En un instante, la nave despegó con un sonido ficticio de motores.

Al cruzar la atmósfera, vieron colores que nunca habían imaginado. Las estrellas brillaban como fuegos artificiales en la noche, y la luna se veía tan cerca que parecía posible tocarla.

"Mirá Pipo, ¡es todo tan hermoso!" - dijo Lila con ojos deslumbrados.

"¡Sí! Y ahí está el planeta Wonder, ¡vamos a aterrizar!" - contestó Pipo, señalando un planeta colorido con montañas de caramelos y ríos de chocolate.

Cuando aterrizaron, se encontraron con seres mágicos llamados Dulcimonios. Eran criaturas simpáticas hechas de golosinas, con ojos grandes y sonrisas dulces.

"¡Bienvenidos a Wonder!" - dijo uno de ellos, llamado Choco. "Nos encanta recibir a nuevos amigos."

"Gracias Choco, ¡nuestro viaje ha sido increíble!" - dijo Lila.

"¿Podemos jugar con ustedes?" - preguntó Pipo, lleno de curiosidad.

Los Dulcimonios llevaron a Lila y Pipo a un parque lleno de juegos hechos de chicles y caramelos.

"Aquí hacemos todos los días una carrera de saltos en gelatina. ¡Es muy divertido!" - explicó Choco.

Así que Lila y Pipo saltaron y jugaron todo el día, riendo y haciendo nuevos amigos. Pero luego, Lila notó algo extraño: los Dulcimonios estaban un poco tristes.

"¿Por qué están tan tristes?" - preguntó Lila, preocupada.

"Es que perdimos nuestra estrella mágica, ¡sin ella nuestro planeta no podrá brillar!" - respondió Choco con un susurro.

Lila miró a Pipo, que ladeó la cabeza.

"No se preocupen, ¡nosotros los ayudaremos a encontrarla!" - dijo Pipo determinadamente.

Juntos, comenzaron a buscar por todo el planeta. Buscaron en las montañas de caramelos, debajo de los ríos de chocolate y en el bosque de galletas. Pero no había rastro de la estrella mágica.

"Esto es más difícil de lo que pensaba..." - comentou Lila, sintiéndose un poco desanimada.

"Tal vez deberíamos pedir ayuda a las criaturas del bosque de galletas. Podrían haber visto algo" - sugirió Pipo.

Decidieron aventurarse al bosque. Allí, encontraron a unas criaturas llamadas Crustáceos, que eran galletas con patas.

"¿Han visto nuestra estrella mágica?" - preguntó Lila a las galletas.

"Sí, pasó volando hacia el espacio hace un tiempo. Debe estar perdida entre las nubes de la galaxia" - respondió uno de los Crustáceos.

Agradecidos por la información, Lila y Pipo volvieron a la nave y decidieron volar a las nubes. Después de un rato de búsqueda, Lila logró ver algo brillando entre las nubes.

"¡Allí está!" - gritó emocionada.

Con velocidad, volaron hacia la luz y, efectivamente, ahí estaba la estrella mágica.

"¿Cómo la recuperaremos?" - preguntó Pipo.

"¡Yo tengo una idea!" - dijo Lila. "Voy a usar mi lazo de sueños para atrapar la estrella."

Con un movimiento delicado, Lila lanzó su lazo al aire y lo enganchó a la estrella. Con un fuerte tirón, la estrella bajó hacia ellos.

"¡Lo logramos!" - gritó Pipo encantado.

Regresaron al planeta Wonder y entregaron la estrella mágica a los Dulcimonios. La alegría se desbordó y comenzaron a bailar y cantar.

"¡Gracias, amigos!" - dijeron felices. "Ahora nuestro planeta podrá brillar de nuevo. ¡Daremos una gran fiesta en su honor!"

Lila y Pipo no podían estar más felices. Se quedó en Wonder durante días, disfrutando de la compañía de sus nuevos amigos, y aprendiendo sobre la importancia de ayudar a los demás.

Finalmente, llegó el momento de regresar a su hogar en Estrellita.

"¡Fue un viaje maravilloso, Pipo!" - dijo Lila mientras abordaban la nave.

"Sí, y hemos aprendido mucho. Juntos podemos lograr cosas increíbles" - contestó Pipo sonriendo.

Sintiéndose orgullosos de su aventura, Lila y Pipo despegaron hacia su hogar, llevando consigo el brillo de la estrella mágica en sus corazones y el recuerdo de la amistad.

FIN.

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