Viaje Estelar



Había una vez un niño llamado Luca, quien siempre soñaba con viajar al espacio exterior. Desde que era muy pequeño, pasaba horas mirando las estrellas y leyendo libros sobre el universo.

Su habitación estaba decorada con posters de astronautas y cohetes espaciales. Un día, Luca decidió que no podía esperar más para cumplir su sueño. Se puso manos a la obra y construyó un cohete en el jardín de su casa utilizando materiales reciclados.

Con la ayuda de sus amigos, quienes también compartían su fascinación por el espacio, lograron terminarlo justo a tiempo para el cumpleaños de Luca.

El día del lanzamiento llegó y todos los vecinos se reunieron en el jardín para despedir a Luca en su emocionante aventura espacial. El cohete estaba listo para partir hacia lo desconocido. Luca subió a bordo del cohete junto con su fiel perro Maxi, quien también había sido entrenado como astronauta.

Antes de despegar, Luca le dio un abrazo a sus padres y les prometió que regresaría sano y salvo. "¡Prepárense para la cuenta regresiva!" gritó Luca desde dentro del cohete. Todos comenzaron a contar: "Diez... nueve... ocho...

"El motor rugió mientras los vecinos animaban a Luca desde abajo: "¡Buena suerte!"El cohete se elevó rápidamente hacia el cielo estrellado. Los dos amigos estaban emocionados pero también un poco asustados por lo desconocido que les esperaba allá arriba.

Después de algunas horas en el espacio, cuando Luca y Maxi estaban disfrutando de la vista increíble de la Tierra desde su ventana, algo inesperado ocurrió. Una luz brillante los envolvió repentinamente y el cohete comenzó a moverse en una dirección diferente.

"¡Maxi, no sé qué está pasando!" exclamó Luca preocupado. El cohete los llevaba hacia un planeta desconocido. Aterrizaron suavemente en un hermoso lugar lleno de plantas exóticas y criaturas extrañas.

El planeta parecía ser habitado por seres amigables y curiosos. Luca y Maxi salieron del cohete para explorar este nuevo mundo. Se encontraron con unos pequeños alienígenas que les mostraron su hogar y les enseñaron cosas maravillosas sobre su cultura y tecnología avanzada.

Pasaron días aprendiendo de sus nuevos amigos extraterrestres, compartiendo historias sobre la Tierra y las estrellas. Luca estaba fascinado con todo lo que veía y escuchaba, pero también extrañaba a su familia y anhelaba volver a casa.

Un día, mientras paseaban por el bosque alienígena, Luca notó algo extraño entre los árboles: ¡era una señal espacial! Decidieron seguirla hasta llegar a una nave especial que podía llevarlos de regreso a casa.

Después de despedirse con tristeza de sus nuevos amigos alienígenas, Luca y Maxi abordaron la nave espacial. Mientras se alejaban del planeta desconocido, Luca sintió una mezcla de emociones: nostalgia por dejar atrás nuevas amistades pero también alegría por reunirse con su familia nuevamente.

Finalmente, el cohete aterrizó en el jardín de la casa de Luca. Sus padres corrieron hacia él y lo abrazaron con alegría. Luca les contó sobre su increíble aventura espacial y cómo había aprendido tanto de los alienígenas amigables.

Desde aquel día, Luca nunca dejó de soñar con el espacio exterior. Estudió duro en la escuela para convertirse en un astronauta real y explorar las estrellas junto a sus amigos alienígenas.

Y así, gracias a su valentía y determinación, Luca logró cumplir su sueño y viajar al espacio exterior una vez más, llevando consigo un mensaje de paz y amistad para todos los seres del universo.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!