Vichu y su equipo de pensamiento creativo


Había una vez un niño llamado Vichu que asistía al colegio Oak Hill. Un día, durante el recreo, decidió jugar a las escondidas con sus amigos.

La emoción de la competencia lo llevó a esconderse en lugares cada vez más difíciles y lejos del área designada para el juego. Mientras Vichu se encontraba escondido detrás de unos arbustos, escuchó la campana que indicaba el fin del recreo.

Se apresuró a salir de su escondite y corrió hacia su salón de clases, pero cuando llegó allí, se dio cuenta de que estaba cerrado. Vichu comenzó a entrar en pánico. Sabía que llegar tarde a clase significaría problemas con su maestra y posiblemente con sus padres también.

No sabía qué hacer ni cómo solucionar esta situación. De repente, recordó algo importante que había aprendido en una charla escolar sobre resolución de problemas: "Cuando te enfrentas a un problema difícil, piensa fuera de la caja".

Entonces Vichu comenzó a buscar otras formas de ingresar al salón de clases. Miró por la ventana pero estaba demasiado alta para alcanzarla.

Luego intentó abrir la puerta principal usando una tarjeta bancaria como había visto en películas, pero no tuvo éxito. Justo cuando pensaba rendirse y esperar fuera del salón hasta que alguien lo descubriera, notó una pequeña ventana abierta cerca del techo.

Aunque era muy alto para alcanzarla saltando solo, buscando nuevamente inspiración recordo algo más importante: "Juntos podemos lograr cosas increíbles". Corrió hacia sus amigos que aún estaban en el recreo y les explicó su situación. Sin dudarlo, se unieron a él para buscar una solución.

Trabajando juntos, construyeron una torre humana con sus cuerpos, lo suficientemente alta como para que Vichu pudiera alcanzar la ventana abierta. Finalmente, Vichu logró entrar al salón de clases y llegó justo a tiempo para comenzar la lección.

Agradeció a sus amigos por su ayuda y aprendió una valiosa lección sobre cómo trabajar en equipo y pensar fuera de la caja para resolver problemas difíciles. Desde ese día, Vichu siempre recordaría esa experiencia cada vez que enfrentara desafíos en su vida escolar o personal.

Y aunque no siempre tendría éxito, sabía que si trabajaba con otros e intentaba diferentes enfoques creativos, podría encontrar soluciones sorprendentes e inspiradoras.

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