Violeta, la flor valiente
Había una vez en un pequeño rincón del jardín, una flor llamada Violeta. Era una flor muy pequeña pero llena de vida y color.
Vivía rodeada de otras flores más grandes que siempre le decían que no duraría mucho tiempo, ya que el sol apenas llegaba hasta ella, el agua escaseaba y la tierra era árida. Un día, mientras Violeta se mecía suavemente con la brisa, un saltamontes juguetón llamado Lucas se acercó a ella.
- ¡Hola Violeta! ¿Por qué estás tan triste hoy? -preguntó Lucas con curiosidad. Violeta suspiró y respondió: "Las otras flores me dicen que pronto moriré porque no tengo suficiente sol ni agua para crecer fuerte y hermosa".
Lucas rió alegremente y dijo: "¡No hay nada de qué preocuparse! Yo te mostraré cómo puedes ser feliz y saludable incluso en estas condiciones difíciles". Intrigada por las palabras del saltamontes, Violeta decidió seguirlo.
Lucas la llevó a través del jardín, mostrándole cómo encontrar pequeños rayos de sol entre las hojas, recolectar gotas de rocío por la mañana temprano e incluso compartir nutrientes con otras plantas cercanas. Violeta comenzó a aplicar todo lo que había aprendido gracias a Lucas.
Poco a poco, sus pétalos se volvieron más brillantes y su tallo más fuerte. Las demás flores quedaron asombradas al verla crecer tan hermosa a pesar de las adversidades.
Un día, durante una tormenta intensa que inundó parte del jardín, todas las flores grandes quedaron aplastadas bajo el peso del agua excepto Violeta. Su tallo flexible le permitió resistir el embate del temporal sin problema alguno.
Las demás flores comprendieron entonces que tamaño no es sinónimo de fuerza ni belleza; aprendieron a respetar a Violetay admiraban su valentía y determinación para sobrevivir en un entorno difícil. Desde ese día en adelante, Violetase convirtió en ejemplo para todas las demás plantas del jardín.
Aprendieron juntas sobre la importancia de adaptarse ante los desafíos y nunca darse por vencidas frente a la adversidad. Y así fue como la pequeña flor llamada Violetase ganó un lugar especial en el corazón de todos aquellos que tuvieron el privilegio de conocerla.
Porque demostró que con valentía, perseverancia y un poco de ayuda inesperada como la de Lucasel saltamontes juguetón, podemos superar cualquier obstáculo que se interponga en nuestro camino hacia la luz y el crecimiento personal.
FIN.