Violeta y el valle solidario



Había una vez en un hermoso valle, una pequeña golondrina llamada Violeta que no paraba de cantar y volar por los cielos. Era conocida por todos en el pueblo como la golondrina más alegre y optimista de todas.

Un día, mientras volaba sobre el campo, se encontró con un grupo de animales que estaban preocupados por la llegada del invierno. El conejo decía: "¡Ay, ay! Se acerca el frío y no tenemos suficiente comida guardada".

La ardilla agregaba: "Sí, es verdad. Será un invierno muy duro para todos nosotros". Violeta escuchó atentamente sus lamentos y les dijo con alegría: "No se preocupen amigos, yo les ayudaré a encontrar comida y juntos podremos sobrevivir al invierno".

Los animales se sorprendieron al escucharla, ya que sabían que una sola golondrina no podría hacer mucho por ellos. "¿Cómo harás eso, Violeta? Eres tan pequeña", preguntó el conejo con duda.

Violeta sonrió y respondió: "Una golondrina sola puede no hacer verano, pero si trabajamos juntos podemos lograr grandes cosas". Así fue como Violeta organizó a los animales para recolectar alimentos y construir refugios antes de la llegada del invierno.

Cada uno puso su granito de arena y juntos lograron prepararse para los meses difíciles que se avecinaban. Con el trabajo en equipo y la ayuda mutua, lograron superar las adversidades del invierno. Los días pasaron y la primavera finalmente regresó al valle.

Los animales celebraron felices haber sobrevivido gracias a la colaboración entre ellos. "¡Gracias Violeta! Sin tu ayuda y tus palabras sabias, no sé qué hubiera sido de nosotros", expresó emocionado el zorro.

Violeta sonrió dulcemente y les dijo: "Recuerden siempre que una golondrina sola no hace verano, pero cuando trabajamos juntos podemos enfrentar cualquier desafío que se presente en nuestro camino". Y así, gracias a la enseñanza de Violeta, los animales aprendieron la importancia del trabajo en equipo y la solidaridad.

Desde ese día, siguieron colaborando unos con otros para vivir en armonía en aquel hermoso valle donde una pequeña golondrina les había enseñado una gran lección de vida.

FIN.

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