Vito y sus amigos en la cocina
Había una vez en la cocina de una casa muy alegre, un vaso llamado Vito. Vito era un vaso transparente con un brillo especial que lo hacía destacar entre los demás utensilios.
Vito tenía tres amigos muy queridos: Banana, Café y Mate. Un día, mientras estaban todos juntos en la alacena, Banana propuso hacer una excursión por la cocina para descubrir nuevos lugares y conocer a otros utensilios.
Todos estuvieron de acuerdo y así comenzó su emocionante aventura. En su recorrido, se encontraron con la jarra de agua fresca que les dio la bienvenida amablemente. "¡Hola amigos! ¿A dónde van tan contentos?" preguntó la jarra.
"Estamos explorando la cocina para conocer más amigos", respondió Vito emocionado. La jarra los llevó hacia el rincón donde vivían las tazas de colores brillantes.
Las tazas los recibieron con entusiasmo y les contaron historias divertidas sobre las fiestas que se organizaban en la cocina cuando nadie los veía. Después de compartir risas y anécdotas, decidieron visitar el cajón de los cubiertos donde conocieron al tenedor, al cuchillo y a la cuchara.
El tenedor les enseñó a bailar el "Tango del Tenedor", una danza muy divertida que todos disfrutaron bailando juntos. De repente, escucharon un ruido proveniente del horno y descubrieron que las galletitas recién horneadas estaban listas para ser probadas. ¡Qué delicia! Todos disfrutaron de las galletitas calentitas junto a una taza de té aromático.
Al caer la noche, regresaron a su lugar en la alacena con el corazón lleno de alegría por todas las experiencias compartidas durante ese día inolvidable.
Se prometieron seguir explorando juntos y nunca olvidar lo importante que es tener amigos con quienes vivir aventuras.
Desde ese día, Vito, Banana, Café y Mate se convirtieron en inseparables compañeros de travesuras en la cocina, siempre listos para descubrir nuevos mundos juntos y valorar cada momento compartido como si fuera único e irrepetible. Y colorín colorado este cuento ha terminado, pero su amistad durará para siempre en esa cocina llena de magia y alegría.
FIN.