Vlady y la selva de amigos



Vlady estaba asustado, no sabía cómo había llegado a la selva ni cómo volver a casa. Pero algo en su interior le decía que debía seguir adelante y encontrar una salida.

Fue entonces cuando escuchó un grito que lo hizo temblar. - ¿Quién está ahí? - preguntó Vlady con voz temblorosa. No hubo respuesta, solo el silencio de la selva. Vlady decidió seguir las huellas humanas que había encontrado y avanzar con precaución.

El camino era difícil, pero poco a poco se fue adentrando más en la selva. De repente, vio a través de los árboles una pequeña aldea. Se acercó con cautela y vio a unos niños jugando en el centro de la plaza.

- Hola - dijo Vlady tímidamente. Los niños lo miraron sorprendidos al verlo allí, pero luego sonrieron y se acercaron para saludarlo. - ¿Estás perdido? - preguntó uno de ellos.

Vlady asintió con tristeza y les contó lo que le había pasado. Los niños escucharon atentos y luego decidieron ayudarlo a encontrar el camino de regreso a casa.

Juntos recorrieron la selva durante horas hasta que finalmente encontraron un río conocido por los habitantes cercanos al pueblo donde vivía Vlady. Allí se despidieron emocionados y le dieron las gracias por confiar en ellos. Vlady estaba muy contento de haber encontrado amigos nuevos e incluso aprendió algunas palabras del idioma local. Prometió volver algún día para visitarlos nuevamente.

Desde entonces, nunca más tuvo miedo de adentrarse en la naturaleza y siempre recordó que, aunque a veces se sienta solo, siempre hay alguien dispuesto a ayudar.

FIN.

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