Voces de amistad


Había una vez un niño llamado Marcos que vivía en un pequeño pueblo. Marcos era un niño muy especial, tenía esquizofrenia, una condición que hacía que escuchara voces y viera cosas que los demás no podían ver.

A pesar de esto, Marcos siempre mantenía una sonrisa en su rostro y trataba de llevar una vida feliz. Un día, Marcos fue a la plaza del pueblo y vio a Marcela, una niña muy dulce y amigable.

Desde ese momento, Marcos se enamoró profundamente de ella. Pero sabía que ser esquizofrénico complicaba las cosas. Marcos decidió acercarse a Marcela y entablar una conversación con ella.

Para su sorpresa, Marcela no le temió ni lo juzgó por su condición mental. Al contrario, le brindó su amistad incondicional. "Hola Marcos", dijo Marcela con una sonrisa cálida. "¡Hola Marcela!", respondió emocionado Marcos.

"He oído hablar de tu condición especial", continuó Marcela sin ningún rastro de miedo en sus ojos. Marcos se sintió aliviado al saber que podía ser él mismo frente a Marcela sin preocuparse por lo que pensaría. Con el tiempo, la amistad entre ellos creció cada vez más fuerte.

Juntos exploraban el pueblo y descubrían nuevos lugares llenos de aventuras. Incluso inventaron juegos imaginativos donde las voces y visiones de Marcos se convertían en personajes divertidos con los cuales jugaban. Pero un día algo cambió para Marcos.

Empezó a escuchar voces negativas diciéndole que no merecía ser feliz y que Marcela solo estaba siendo amable por lástima. Estas voces llenaron su mente de dudas y tristeza. Marcos decidió alejarse de Marcela para protegerla de sus problemas.

Sin embargo, cuando le explicó la situación, ella se negó a abandonarlo. "Marcos, sé que estás pasando por un momento difícil, pero estoy aquí para apoyarte", dijo Marcela con ternura. "Pero las voces en mi cabeza...

me dicen cosas malas", respondió Marcos con lágrimas en los ojos. "Las voces pueden ser fuertes, pero yo también puedo serlo. Juntos podemos enfrentarlas y demostrarles que no tienen el poder sobre nosotros", dijo Marcela con determinación.

Inspirado por las palabras de Marcela, Marcos decidió luchar contra esas voces negativas. Juntos buscaron ayuda profesional y aprendieron técnicas para manejar la esquizofrenia. Poco a poco, Marcos fue recuperando el control sobre su vida. Con el tiempo, las voces se volvieron más débiles y menos frecuentes.

Marcos pudo disfrutar nuevamente de la compañía de Marcela sin sentirse atormentado por sus miedos. Los años pasaron y Marcos se convirtió en un joven exitoso en su comunidad.

A pesar de tener altibajos debido a su condición mental, siempre supo cómo enfrentarlos gracias al apoyo incondicional de Marcela. La historia de Marcos nos enseña que todos merecemos amor y amistad sin importar nuestras diferencias o dificultades personales.

Además, nos muestra la importancia del apoyo mutuo entre amigos para superar cualquier obstáculo que se presente en el camino.

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