Wishes of Love
Había una vez una pareja llamada Martina y Juan, quienes vivían en una hermosa casa antigua. Ambos siempre habían deseado tener un bebé para completar su felicidad, pero por alguna razón, no podían concebir.
Un día, mientras Martina regaba las flores del jardín, escuchó un extraño ruido proveniente de la puerta principal. Al acercarse, descubrió con asombro a un pequeño bebé envuelto en una manta suave.
El corazón de Martina se llenó de alegría y compasión al ver a ese bebé abandonado. Sin pensarlo dos veces, ella y Juan tomaron al bebé entre sus brazos y lo llevaron adentro de su hogar cálido y acogedor. Estaban decididos a cuidarlo como si fuera propio.
A medida que pasaban los días, el bebé crecía feliz rodeado del amor incondicional de Martina y Juan. Le dieron el nombre de Lucas y lo trataron como si fuera su hijo biológico. Lucas era un niño muy curioso e inteligente.
Siempre estaba explorando cada rincón de la casa antigua en busca de aventuras emocionantes. Un día, mientras jugaba en el desván, encontró un viejo libro polvoriento lleno de historias mágicas.
Fascinado por las ilustraciones coloridas y los personajes encantadores del libro, Lucas comenzó a leerlo en voz alta para sí mismo. De repente, algo sorprendente ocurrió: ¡los personajes cobraron vida! Lucas quedó boquiabierto cuando vio salir volando a un hada traviesa llamada Isabella.
Ella le agradeció por liberarla del libro y prometió concederle tres deseos como recompensa. Lucas, con su corazón bondadoso, decidió usar sus deseos para ayudar a otras personas.
Su primer deseo fue que todos los niños sin hogar encontraran una familia amorosa que los cuidara. Instantáneamente, miles de familias en todo el mundo comenzaron a adoptar a esos niños necesitados. El segundo deseo de Lucas fue que todas las personas tuvieran suficiente comida y agua para vivir felices y saludables.
De repente, granjas llenas de alimentos frescos aparecieron en cada rincón del mundo, asegurando que nadie pasara hambre nunca más. Finalmente, Lucas hizo su último deseo: quería que todas las personas se trataran con amabilidad y respeto mutuo.
En ese momento, la bondad se extendió por todo el planeta y todos aprendieron a valorarse unos a otros sin importar sus diferencias.
Después de haber cumplido sus deseos altruistas, Isabella volvió al libro mágico y Lucas continuó creciendo junto a Martina y Juan en su hogar amoroso. A medida que pasaban los años, Lucas se convirtió en un joven sabio e inspirador.
Compartía su historia con otros niños para motivarlos a hacer el bien en el mundo y demostrarles cómo un pequeño acto de bondad puede marcar la diferencia. La casa antigua donde vivían Martina, Juan y Lucas se convirtió en un refugio para aquellos que necesitaban ayuda.
Juntos formaron una comunidad solidaria donde todos trabajaban juntos para hacer del mundo un lugar mejor. Y así, gracias al amor y la compasión de Martina y Juan, el bebé abandonado encontró un hogar lleno de felicidad y se convirtió en un joven con el poder de cambiar vidas.
FIN.