Ximenita en su primer año de maternal



Ximenita era una niña de 3 años llena de curiosidad y entusiasmo. Estaba emocionada porque pronto comenzaría su primer año en el jardín de infantes, y no podía esperar para conocer a nuevos amigos y vivir emocionantes aventuras.

La noche antes del primer día de clases, Ximenita no podía conciliar el sueño de la emoción. "¡Mamá, mañana es el gran día! Voy a la escuela y conoceré a mis nuevos amigos", dijo Ximenita con una gran sonrisa.

Su mamá le dio un beso en la frente y le dijo: "Estoy segura de que te va a ir genial, Ximenita. Te divertirás mucho en la escuela de maternal y aprenderás un montón de cosas nuevas".

Al día siguiente, Ximenita se vistió con su uniforme escolar y junto con sus papás, se dirigió a la escuela. Al llegar, se encontró con una sala de colores brillantes y muchos juguetes. "¡Mira todos estos juguetes, son geniales!", exclamó Ximenita emocionada.

Pronto, la maestra llegó y les dio la bienvenida a todos los niños. Ximenita se sentó en su silla, un poco nerviosa pero ansiosa por hacer amigos. Se presentó a sus compañeros y pronto descubrió que tenían muchas cosas en común.

Jugaron juntos, cantaron canciones y escucharon cuentos. Ximenita se sintió muy contenta de estar en la escuela de maternal. Los días pasaron y Ximenita aprendió nuevas canciones, a contar del 1 al 10 y a identificar colores y formas.

También, con la ayuda de su maestra, aprendió a ser más independiente, comer sola, y compartir con sus amigos. Un día, la maestra propuso realizar una divertida actividad en el jardín. "Vamos a buscar tesoros escondidos en el jardín.

¡Será una gran aventura!", dijo la maestra emocionada. Todos los niños se entusiasmaron y salieron a buscar tesoros. Ximenita encontró un brilloso caracol y lo mostró a sus amigos con una enorme sonrisa.

"¡Qué bonito, Ximenita! Eres una gran buscadora de tesoros", le dijo su amiga Julia. Ximenita se sintió muy orgullosa de su hallazgo. Al terminar el día, Ximenita regresó a casa muy contenta. Le contó a su mamá todas las aventuras que había vivido en la escuela.

"Fue el mejor día de todos, mamá. ¡Encontré un caracol en el jardín de la escuela!", exclamó Ximenita emocionada. Su mamá le sonrió y le dijo: "Estoy segura de que vivirás muchas más aventuras en la escuela, Ximenita.

Siempre recuerda ser amable, compartir y seguir aprendiendo cosas nuevas". Ximenita asintió emocionada, lista para seguir disfrutando de su tiempo en la escuela de maternal, llena de aprendizajes y aventuras emocionantes.

FIN.

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