Yago, el Pitbull Amigable


Un día, mientras Yago jugaba en el parque, conoció a un niño llamado Juan. Juan estaba un poco asustado de acercarse a Yago al principio, pero cuando vio lo amigable que era, se animó.

"¡Hola amiguito! ¿Puedo jugar contigo?"- preguntó Juan. Yago movió la cola emocionado y le ladró feliz. A partir de ese momento, los dos amigos se divirtieron juntos todos los días en el parque.

Un día, mientras estaban jugando a la pelota, llegaron unos chicos mayores al parque. Ellos tenían un perro grande y fuerte que parecía muy agresivo. "¡Miren ese Pitbull!"- dijo uno de ellos apuntando a Yago. "Son peligrosos y muerden".

Juan se puso triste y empezó a tener miedo de su amigo Yago. Pero Yago no se dejó intimidar por el otro perro y siguió siendo amistoso como siempre. Los chicos mayores intentaron provocar una pelea entre los dos perros, pero Yago simplemente les ignoraba.

Finalmente, los chicos mayores se fueron del parque frustrados porque no habían logrado su objetivo. Juan estaba sorprendido por cómo había actuado su amigo ante la situación.

"¿Por qué no te pusiste agresivo como el otro perro?"- preguntó Juan curioso. Yago le respondió con una sonrisa:"Porque yo sé que ser amable es mucho más poderoso que ser agresivo".

Desde ese día en adelante, Juan aprendió mucho sobre la importancia de ser amable y respetuoso con todos los seres vivos. Yago se convirtió en su mejor amigo y juntos demostraron que la amistad no tiene límites ni prejuicios.

Y así, Yago el Pitbull especial, enseñó a todos que la verdadera fuerza no está en la agresividad sino en el amor y la bondad.

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