Yamila Mami Gato 123 y el miedo
Había una vez en un pequeño pueblito de la Patagonia, una gatita llamada Yamila Mami Gato 123. Yamila era muy curiosa y siempre estaba buscando aventuras nuevas. Pero, a pesar de su valentía, Yamila tenía un miedo tremendo a la oscuridad. Por las noches, se escondía debajo de la cama y temblaba sin parar.
Un día, su amigo, el ratoncito Tito, se acercó a ella y le dijo: "Yamila, no debes tener miedo. La oscuridad es solo la ausencia de luz. Si la enciendes, desaparecerá".
Yamila no sabía cómo hacerlo, pero Tito le dio una idea brillante. "Puedes encender una vela", le sugirió. "Sí, pero ¿dónde puedo encontrar una vela?", preguntó Yamila. Tito le contó sobre una misteriosa caverna en la montaña donde vivía la vela mágica.
Sin dudarlo, Yamila partió en busca de la caverna. En el camino, se encontró con otros animales del bosque que compartieron sus propias experiencias sobre vencer el miedo. Inspirada por sus historias, Yamila finalmente llegó a la caverna, donde con valentía enfrentó sus propios temores. Allí, encontró la vela mágica que brillaba con una luz cálida y reconfortante.
Con la vela en la pata, Yamila regresó al pueblo. Al llegar, encendió la vela en su habitación y la luz cálida llenó el lugar. Todos los demás animales se sorprendieron al verla. Yamila les explicó el poder de la vela mágica y les mostró cómo podía disipar la oscuridad y el miedo.
A partir de ese día, Yamila no solo superó su miedo a la oscuridad, sino que se convirtió en la guardiana de la vela mágica, ayudando a otros animales a vencer sus propios miedos. Y cada noche, su habitación se llenaba de la luz cálida y reconfortante de la vela mágica, recordándole a todos que siempre hay una luz que puede disipar la oscuridad.
Y así, Yamila Mami Gato 123 aprendió que, con valentía y un poco de ayuda, cualquier miedo puede ser superado.
FIN.