Yamila y el miedo al unicornio de queso




Yamila era una niña muy valiente, pero tenía un miedo muy especial: el miedo a los unicornios de queso. Sí, parecía una tontería, pero para ella era muy real.

Cada noche, al acostarse, Yamila temía que un unicornio de queso apareciera en sus pesadillas. Sus padres intentaban consolarla, pero el miedo de Yamila parecía imposible de superar.

Un día, mientras paseaba por el bosque, Yamila encontró un unicornio de verdad, pero no era de queso, era un unicornio mágico llamado Sparkle. -Hola, soy Sparkle, el unicornio mágico -dijo el unicornio con una voz suave y brillante. -¡Ahh! ¡Un unicornio! -gritó Yamila, asustada. Pero para su sorpresa, Sparkle no era nada aterrador. Al contrario, era amigable y simpático.

El unicornio le contó a Yamila que estaba en una misión muy importante: encontrar a la niña más valiente del reino para enseñarle la magia del coraje. A pesar de su miedo, Yamila decidió ayudar a Sparkle en su misión.

Juntos emprendieron un viaje mágico por el reino, enfrentando desafíos y superando obstáculos. Durante su aventura, Yamila comenzó a darse cuenta de que su miedo al unicornio de queso no era tan grande como pensaba.

Descubrió que el coraje no significa no tener miedos, sino enfrentarlos y superarlos. Al final de su viaje, Yamila ya no temía a los unicornios de queso, y Sparkle le enseñó que, con valentía y determinación, podía enfrentar cualquier cosa que se interpusiera en su camino.

De regreso en casa, Yamila se dio cuenta de que su miedo se había transformado en fortaleza, y que ahora podía dormir tranquila, sabiendo que era la niña más valiente del reino.

Desde entonces, Yamila ayudó a otros niños a superar sus miedos, recordándoles que, así como ella, podían ser valientes y fuertes. Y cada vez que veía una luna llena, recordaba a Sparkle y a su increíble aventura, agradeciendo al unicornio mágico por haberle enseñado el poder del coraje.

FIN.

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