Yemayá y la batalla por el océano limpio
En lo más profundo del océano, vivía Yemayá, la diosa yoruba de las aguas. Ella era conocida por su sabiduría y generosidad, cuidando a todas las criaturas marinas y velando por la armonía en el mundo acuático.
Un día, Yemayá descubrió que una mancha negra había empezado a extenderse por el mar. Preocupada por sus hijos marinos, decidió emprender un viaje para encontrar la causa de esta contaminación y detenerla antes de que fuera demasiado tarde.
Durante su travesía, Yemayá se encontró con un delfín herido llamado Delfino. Él le contó que un barco pirata había vertido desechos tóxicos en el agua, causando daño a los habitantes del mar.
Sin dudarlo, Yemayá prometió ayudar a Delfino y a todos los seres afectados. Guiada por su intuición y valentía, Yemayá se enfrentó al barco pirata y exigió que limpiaran el agua inmediatamente.
Los piratas, sorprendidos por la presencia divina de la diosa del mar, no tuvieron más opción que cumplir sus órdenes. "¡Deben reparar el daño causado y asegurarse de proteger nuestras aguas en adelante!", ordenó Yemayá con firmeza. Los piratas obedecieron temerosos ante el poder de la diosa.
Comenzaron a limpiar el mar y prometieron cambiar sus prácticas para respetar el medio ambiente. Gracias a la valentía y determinación de Yemayá, el océano volvió a brillar con claridad y pureza.
Delfino se recuperó gracias al cuidado de la diosa del mar y juntos celebraron una gran fiesta bajo las olas para festejar la restauración de su hogar acuático.
Desde ese día en adelante, Yemayá siguió velando por las aguas con aún más dedicación, recordándonos siempre la importancia de proteger nuestro entorno natural y trabajar juntos para preservarlo para las futuras generaciones. Y así fue como Yemayá demostró que con bondad, coraje e inteligencia se pueden superar cualquier desafío para hacer del mundo un lugar mejor para todos sus habitantes.
FIN.