Yuli, la amiga que une a todos
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Pueblo Feliz, una niña llamada Yuli. Yuli era conocida por ser muy respetuosa, amable y divertida. Siempre andaba con una sonrisa en el rostro y le encantaba hacer nuevos amigos.
Un día, mientras paseaba por el parque del pueblo, vio a un niño triste sentado en un banco. Se acercó a él y le preguntó qué le sucedía.
El niño, llamado Tomi, le contó que se sentía solo porque acababa de mudarse al pueblo y no conocía a nadie. Yuli, sin dudarlo un segundo, le tendió la mano a Tomi y le dijo: "¡Hola! Soy Yuli, ¿quieres ser mi amigo?".
Tomi no podía creer la amabilidad de Yuli y aceptó encantado. Desde ese momento, los dos se volvieron inseparables. Juntos recorrían el pueblo en busca de aventuras.
Ayudaban a los vecinos mayores con sus compras, jugaban con los más pequeños en el parque y siempre tenían una palabra amable para todos. Un día, mientras caminaban por la plaza del pueblo, escucharon risas provenientes de un grupo de niños que estaban burlándose de otro niño llamado Lucas por ser diferente.
Yuli sintió mucha tristeza al ver la escena y decidió intervenir. Se acercó al grupo de niños y les dijo con voz firme: "¡No está bien burlarse de alguien por ser diferente! Todos somos únicos y especiales a nuestra manera".
Los niños se sintieron avergonzados y pidieron disculpas a Lucas. Desde ese día, Lucas se convirtió en parte del grupo de amigos de Yuli y Tomi. Juntos descubrieron lo maravilloso que era tener amigos diferentes pero igualmente valiosos.
Con el tiempo, Pueblo Feliz se convirtió en un lugar donde reinaba la alegría, la amistad y el respeto gracias a la actitud de Yuli. Todos los habitantes del pueblo aprendieron la importancia de ser amables unos con otros sin importar las diferencias.
Y así fue como Yuli demostró que con respeto, amabilidad y diversión se pueden conquistar corazones y construir hermosas amistades que perduran para siempre.
Porque al final del día, lo más importante es saber valorar a cada persona tal como es.
FIN.