Zapatillas mágicas de Juana



Juana era una niña muy especial. Desde pequeña, siempre había sido muy valiente y no tenía miedo de enfrentarse a nada. Además, le encantaba bailar y mover su cuerpo al ritmo de la música.

Pero lo que más le gustaba hacer era correr carreras con su amigo Mario Bros en la pista arcoiris. Un día, Juana se despertó temprano y decidió ir a practicar sus pasos de baile en el parque cercano a su casa.

Mientras bailaba, notó que un grupo de niños la miraban con curiosidad. Al principio se sintió un poco incómoda, pero luego decidió acercarse a ellos. "Hola chicos, ¿qué están haciendo?"- preguntó Juana.

"Estamos jugando al fútbol"- respondió uno de los niños. Juana sonrió y les dijo:"¿Les gustaría jugar una carrera conmigo?"Los niños aceptaron emocionados y fueron corriendo hacia la pista arcoiris para empezar la competencia.

La carrera fue muy reñida y todos dieron lo mejor de sí para llegar primero a la meta. Finalmente, Juana logró ganar por muy poco margen. "¡Felicidades! Eres muy rápida"- dijo uno de los niños mientras aplaudía. Juana sonrió feliz y les propuso continuar jugando juntos durante toda la mañana.

Los niños aceptaron encantados y disfrutaron mucho compartiendo juegos con ella.

Más tarde ese día, Juana recibió una sorpresa inesperada cuando Mario Bros apareció en su casa con un regalo especial: unas zapatillas mágicas que le permitirían correr aún más rápido en las carreras. "¡Wow, gracias Mario! Eres el mejor amigo que alguien puede tener"- exclamó Juana emocionada. Y así, con sus nuevas zapatillas mágicas en los pies, Juana se preparó para su próxima carrera con Mario Bros.

La competencia fue muy intensa y ambos corrieron a toda velocidad por la pista arcoiris. Pero justo cuando parecía que Mario iba a ganar, Juana hizo un giro inesperado y logró superarlo en el último segundo.

"¡Increíble! Eres una campeona"- dijo Mario mientras le daba un abrazo. Juana sonrió feliz y se dio cuenta de que lo importante no era ganar o perder, sino disfrutar del camino junto a las personas que queremos.

Desde ese día, siguió bailando y corriendo carreras con sus amigos cada vez que podía, siempre recordando la importancia de ser valiente y seguir nuestros sueños sin miedo al fracaso.

FIN.

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