Zarak, el último dragón de las Montañas de la Bruma
En un reino lejano, cuando los dragones eran los guardianes de la sabiduría y la magia, vivía un anciano dragón llamado Zarak. Él era el último de su especie y vivía escondido en las Montañas de la Bruma, custodiando un antiguo secreto.
Zarak había visto a su especie ser cazada y perseguida por los humanos, lo que lo llevó a refugiarse en lo más profundo de las montañas. A pesar de su tristeza por la pérdida de su familia y amigos, Zarak sabía que su misión como guardián de la sabiduría y la magia era más importante que nunca.
Un día, una joven llamada Elena, curiosa y valiente, escuchó hablar del antiguo dragón y decidió emprender un viaje para encontrarlo. A pesar de las advertencias de los aldeanos sobre la peligrosidad de los dragones, Elena no dudó en seguir su misión.
Al llegar a las Montañas de la Bruma, Elena se enfrentó a numerosos desafíos y peligros, pero su determinación no flaqueó. Finalmente, llegó al escondite de Zarak, quien la recibió con precaución pero también con curiosidad. Elena le explicó que había venido en busca de su sabiduría y magia, para protegerlas y preservarlas para las generaciones futuras.
Zarak, conmovido por la valentía y determinación de Elena, decidió confiar en ella. Compartió con ella los secretos de la magia y la sabiduría, enseñándole a respetar y proteger cada ser vivo, a valorar la diversidad y a buscar la paz y armonía en el reino.
Elena regresó a su aldea con el corazón lleno de conocimientos y el espíritu fortalecido. Difundió las enseñanzas de Zarak entre su comunidad, promoviendo el amor por la naturaleza y la verdadera magia que reside en cada ser. Con el tiempo, la unión entre humanos y seres mágicos se fortaleció, y el legado de Zarak se convirtió en un faro de esperanza y sabiduría para las generaciones venideras.
FIN.