Zorba y la niña triste



Había una vez un grupo de extraterrestres que vivían en un planeta muy lejano. Estos extraterrestres tenían la importante tarea de vigilar la felicidad de las personas en la tierra.

Cada día, observaban a los seres humanos para asegurarse de que estuvieran contentos y alegres. Un día, uno de los extraterrestres llamado Zorba notó algo extraño mientras vigilaba a una niña llamada Sofía. Sofía siempre había sido una niña muy feliz, pero últimamente parecía triste y preocupada.

Zorba decidió investigar más sobre el caso de Sofía y descubrió que había estado pasando por momentos difíciles en su vida.

Sus padres habían perdido sus trabajos, lo que significaba que no podían comprarle cosas nuevas o llevarla a lugares divertidos como solían hacerlo. Zorba sabía que tenía que hacer algo para ayudar a Sofía a recuperar su felicidad. Decidió viajar a la tierra y conocerla personalmente para poder entender mejor cómo ayudarla.

Cuando llegó a la casa de Sofía, se presentó como un amigo nuevo y comenzaron a hablar. Zorba escuchó atentamente mientras Sofía le contaba sus problemas y preocupaciones.

"Sofia, sé que has pasado por momentos difíciles últimamente, pero quiero recordarte todas las cosas maravillosas que tienes en tu vida", dijo Zorba con una sonrisa reconfortante. "¿Qué cosas?", preguntó Sofia con curiosidad. "Tienes amigos amorosos y familiares cercanos que te quieren mucho", respondió Zorba.

"También tienes habilidades y talentos únicos que te hacen especial. Y lo más importante, tienes la capacidad de encontrar la felicidad en las cosas pequeñas de la vida". Sofía se sintió reconfortada al escuchar estas palabras y comenzó a recordar todas las cosas positivas en su vida.

Recordó el amor que tenía por sus padres, los momentos divertidos que había compartido con amigos y familiares, y todos los sueños emocionantes que tenía para su futuro.

Zorba le dio un abrazo amistoso y le dijo: "Recuerda siempre que eres una persona maravillosa con mucho amor y luz dentro de ti. No importa cuán difícil sea la situación, siempre puedes encontrar una razón para ser feliz". Después de esa conversación, Sofía se sintió mucho mejor.

Sabía que no estaba sola en sus luchas y entendió que podía encontrar alegría incluso en los momentos más difíciles.

Los extraterrestres continuaron vigilando la felicidad de las personas en la tierra, pero ahora también trabajaban activamente para ayudar a aquellos que necesitaban un poco más de ayuda para recuperar su felicidad. Y así fue como Zorba aprendió sobre el poder del amor propio y cómo una simple conversación puede cambiar todo el día de alguien.

FIN.

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