Zorrito y el Tesoro Compartido
Había una vez en la ciudad de Zafiro, un pequeño zorro llamado Zorrito. Zorrito vivía en una casa muy acogedora junto a su mamá, la señora Zulma.
Un día, mientras jugaba en el jardín, Zorrito encontró un mapa con una X marcada. El mapa parecía llevarlo a un tesoro escondido en las montañas más allá del río Zapallo. Emocionado por la aventura que le esperaba, decidió ir en busca del tesoro.
Zorrito corrió hacia la casa para contarle a su mamá sobre el increíble descubrimiento que había hecho. La señora Zulma se sorprendió y le dijo: "¡Qué valiente eres, mi querido hijo! Pero ten cuidado y no te metas en problemas".
Zorrito asintió con entusiasmo y se despidió de su mamá antes de emprender el viaje hacia las montañas. En su camino, se encontró con varios animales amigables que lo ayudaron a cruzar el río Zapallo y subir por las empinadas laderas.
Cuando finalmente llegó al lugar donde estaba marcada la X en el mapa, Zorrito comenzó a excavar con sus patitas hasta encontrar un cofre dorado lleno de monedas de oro y gemas preciosas. Estaba tan emocionado que saltaba de alegría.
Sin embargo, justo cuando iba a tomar el tesoro para llevárselo a casa como recuerdo de su gran aventura, apareció Ziggy, un zorro malvado y astuto que también había estado siguiendo el mapa. "-Ah, ah, ah, pequeño Zorrito.
Ese tesoro es mío", dijo Ziggy con una sonrisa maliciosa. Zorrito se puso triste y le respondió: "-Pero yo lo encontré primero". Justo en ese momento, apareció Zafira, una zorra sabia y amable que había estado observando todo desde la distancia.
Se acercó a los dos zorros y les dijo: "-Escuchen, queridos amigos. En lugar de pelear por el tesoro, ¿por qué no trabajan juntos para encontrar más tesoros?"Ziggy frunció el ceño pero pensó que era una buena idea.
Zorrito también estuvo de acuerdo y los tres comenzaron a buscar otros lugares marcados en el mapa. A medida que exploraban nuevos territorios juntos, Ziggy empezó a darse cuenta de lo divertido que era tener amigos con quien compartir aventuras.
Y Zorrito aprendió mucho de las habilidades astutas de Ziggy. Después de mucho tiempo y muchas aventuras emocionantes juntos, encontraron un último tesoro escondido en una cueva secreta bajo un árbol milenario.
Era aún más grande y valioso que el primero. "-¡Lo logramos! ¡Encontramos otro tesoro!", exclamaron los tres amigos emocionados. Decidieron compartir equitativamente el botín entre ellos y regresar a la ciudad de Zafiro como héroes.
Desde ese día en adelante, Ziggy dejó atrás sus malas acciones y se convirtió en un buen amigo para Zorrito y Zafira.
Y así termina nuestra historia sobre cómo la letra —"z" nos enseña la importancia del trabajo en equipo y cómo podemos encontrar tesoros aún más valiosos cuando nos ayudamos mutuamente. ¡Fin!
FIN.