La Fiesta de la Primavera y el Tigre Triste



Era un día soleado y radiante en el Bosque de las Maravillas, donde todos los animales se preparaban para la gran Fiesta de la Primavera. Las flores brotaban en cada rincón y el aire olía a dulces y risas. Sin embargo, había dos seres en el bosque que no compartían la alegría: un tigre de rayas brillantes llamado Tigrón y una adivina llamada Brujita Clara.

Tigrón se paseaba por la selva, con su mirada melancólica y un profundo suspiro. Mientras tanto, Brujita Clara estaba en su cueva, mezclando ingredientes en un gran caldero.

"¿Por qué estás tan triste, Tigrón?" - preguntó la liebre Lina, que saltaba de un lado a otro.

"No me siento parte de la celebración. Todos los demás están felices, pero yo solo veo sombras en esta primavera" - respondió Tigrón, bajando la cabeza.

"Pero Tigrón, la fiesta es para compartirla. ¿Por qué no te unes?" - insistió Lina.

"No sé... no tengo ganas de bailar ni de jugar..." - murmuró el tigre.

Los demás animales decidieron no rendirse. La tortuga Roco, el loro Pablo y el grupo de ardillas comenzaron a planear cómo alegrar a Tigrón. Al mismo tiempo, Brujita Clara, inmersa en sus pociones, no podía evitar sentir que la primavera no era su estación favorita.

"Nadie me invita a la fiesta, así que me quedaré aquí, con mis frascos y mis hechizos" - dijo Brujita Clara mientras movía su varita.

"Tal vez deberías ir, Clara. La alegría también puede ser mágica" - le sugirió un pequeño ratón llamado Nino.

"¡Bah! Eso no es para mí" - respondió bruscamente.

Los días pasaron y la fiesta estaba a solo unas horas de comenzar. Los animales alistaban banderas de colores, hacían pastelitos y ensayaban danzas. Pero Tigrón seguía siendo un tigre triste. Finalmente, el día de la fiesta llegó. Todos se juntaron en el claro del bosque, llenos de emoción.

Al ver la alegría de sus amigos, Tigrón sintió un pequeño brillo en su corazón. Se acercó lentamente al claro cuando escuchó un sonido familiar: la música.

"¡Ven, Tigrón!" - gritó Pablo "¡Es hora de bailar!"

"No sé bailar..." - respondió Tigrón, sintiendo su cuerpo pesado.

En ese momento, Brujita Clara miró desde su cueva y sintió una punzada en su corazón. "Yo solía disfrutar de la primavera..." - pensó mientras se asomaba a ver la fiesta. La música sonaba tan alegre que, de repente, se sintió tentada a unirse.

Con un movimiento de varita, trató de crear un hechizo para que la fiesta tuviera una atmósfera mágica. Pero en lugar de eso, sucedió algo inesperado: se desató un viento mágico que hizo volar todos los decorados por los aires.

"¡Espera!" - exclamó la tortuga Roco, correteando tras un globo que se escapaba.

Tigrón, al ver la confusión, sintió que una chispa de alegría comenzaba a surgir en su interior.

"¡Los globos!" - gritó y con firmeza, comenzó a atrapar globos voladores, ayudando a sus amigos.

"¡Esto es divertido!" - dijo, mientras se reía y jugaba con los demás.

Brujita Clara sonrió desde la distancia. "Quizás la magia no está solo en los hechizos" - murmuro, y decidió salir a la fiesta.

"¿Cansada de ser la bruja solitaria, Clara?" - le preguntó Tigrón al verla llegar.

"Tal vez pueda ser la bruja feliz" - respondió con una sonrisa.

Los animales la recibieron con aplausos y alegría. Juntos, comenzaron a bailar y a compartir cuentos mientras la música llenaba el aire. Brujita Clara, con su varita, hizo volar luces de colores, creando un espectáculo de estrellas en plena tarde.

La tristeza de Tigrón se desvaneció por completo, y Brujita Clara se sintió parte de algo hermoso. Así, todos bailaron bajo el cielo azul, celebrando la primavera, la amistad y la magia que hay en compartir momentos juntos.

"¿Ves, Tigrón? No hay nada más mágico que reír y disfrutar con los amigos" - dijo Clara, mientras miraba a su alrededor.

"¡Es verdad! ¡La primavera es más hermosa cuando se comparte!" - finalizó Tigrón, riendo como nunca.

Desde entonces, el tigre y la bruja se convirtieron en los mejores amigos del Bosque de las Maravillas, siempre listos para celebrar juntos cada primavera.

Y así, la fiesta nunca volvió a ser la misma, llena de risas, amistad y un poco de magia.

FIN.

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