Caperucita Roja y el misterio del bosque encantado
Había una vez en un pequeño pueblo rodeado de un espeso bosque, una niña llamada Rosita. Era muy valiente y curiosa, y siempre buscaba aventuras en el bosque a pesar de las advertencias de su madre.
Un día, su abuelita enfermó, y su madre le encargó llevarle una canasta llena de remedios al otro lado del bosque, donde vivía su abuelita. "Rosita, hija, ten mucho cuidado con el lobo que merodea por el bosque.
No te apartes del camino y no hables con extraños", le advirtió su madre. "No te preocupes, mamá, seré cuidadosa", prometió Rosita. Con valentía, se adentró en el bosque. En su camino, se encontró con un conejito que temblaba de miedo.
"¿Qué te pasa, conejito?", preguntó Rosita. El conejito le contó que el bosque estaba encantado y que el lobo había sido enviado por un malvado hechicero. A pesar del miedo, Rosita decidió seguir adelante para proteger a su abuelita.
De repente, el lobo apareció y trató de asustarla, pero Rosita no se dejó intimidar. Con astucia, logró despistar al lobo y llegar sana y salva a la casa de su abuelita.
Allí, descubrió que su abuelita no estaba enferma, sino que había estado investigando el hechizo que había caído sobre el bosque. Juntas, Rosita y su abuelita lograron deshacer el hechizo y devolver la paz al bosque.
Desde ese día, Rosita se convirtió en la guardiana del bosque, ayudando a todos los seres mágicos que habitaban en él y asegurándose de que nunca más cayera bajo el hechizo del malvado hechicero.
FIN.