Cocodrilo, el héroe honesto del bosque soleado
Había una vez en un bosque encantado, donde los rayos del sol se filtraban entre las copas de los árboles y pintaban de colores brillantes el suelo cubierto de hojas.
En ese mágico lugar vivía Cocodrilo, un simpático reptil que siempre estaba dispuesto a ayudar a sus amigos del bosque. Una mañana soleada, mientras paseaba por el bosque, Cocodrilo escuchó unos gritos desesperados que provenían de la orilla del río.
Se acercó rápidamente y vio a Conejo atrapado en medio de unas ramas que lo tenían inmovilizado. "¡Ayuda, Cocodrilo! No puedo salir de aquí", gritaba Conejo angustiado. Cocodrilo no dudó ni un segundo y con su fuerza logró apartar las ramas y liberar a su amigo Conejo.
Este le dio las gracias efusivamente y prometió devolverle el favor algún día. Mientras seguían caminando juntos, oyeron llantos provenientes del cielo. Al mirar hacia arriba, vieron a Pájaro atrapado en una red tendida por Cazador.
"¡Cocodrilo, por favor ayúdame a salir de esta red!", suplicaba Pájaro entre sollozos. Cocodrilo pensó rápido y con astucia ideó un plan para liberar a Pájaro.
Usando sus afilados dientes cortó la red con precisión hasta que finalmente Pájaro pudo volar libre nuevamente. Agradecido, Pájaro prometió cantar hermosas melodías para alegrar los días de Cocodrilo.
La noticia sobre las hazañas de Cocodrilo se extendió por todo el bosque, convirtiéndolo en el héroe no oficial pero querido por todos los habitantes del lugar. Sin embargo, eso despertó la envidia de Zorro, quien decidió tenderle una trampa para deshacerse de él y ocupar su lugar como héroe del bosque.
Un día Zorro engañó a Ardilla para que simulara estar en peligro cerca del río donde sabía que Cocodrilo pasaba frecuentemente.
Cuando Cocodrilo llegó al lugar alarmado por los gritos falsos de Ardilla, cayó en la trampa: Zorro lo sorprendió desde detrás intentando empujarlo hacia el agua profunda donde sabía que Cocodrilo no podía nadar bien. Sin embargo, justo cuando Zorro estaba a punto de lograr su cometido malvado, apareció Ardilla confesando entre lágrimas haber sido engañada por Zorro.
Rápidamente todos los animales del bosque acudieron al rescate de Cocodrilo y consiguieron ahuyentar a Zorro antes de que pudiera hacerle daño alguno al valiente reptil. Desde ese día, todos aprendieron la importancia de ser honestos y solidarios como lo era siempre Cocodrilo.
El heroísmo verdadero no solo consiste en salvar físicamente a otros sino también en actuar con bondad y sinceridad hacia quienes nos rodean.
Y así fue como Coco-dri-lo (como cariñosamente lo apodaron) siguió siendo admirado y querido por todos en el maravilloso bosque soleado donde la amistad siempre prevalecía sobre cualquier malintencionada artimaña.
FIN.