El apocalipsis mágico de Pollo México



Había una vez en la Ciudad de México un valiente pollo llamado Pollo México. Vivía felizmente en el patio trasero de una casa con su dueño, Mateo. Pollo México era muy curioso y siempre estaba buscando nuevas aventuras.

Un día, mientras exploraba el patio trasero, Pollo México escuchó un ruido extraño proveniente de la escuela cercana. Siguió el sonido hasta llegar a una ventana abierta.

Al asomarse, vio que algo terrible estaba sucediendo: ¡un apocalipsis había llegado a la escuela! Pollo México decidió actuar rápidamente y corrió hacia la escuela para ayudar a sus amigos. Al llegar, se encontró con sus compañeros de clase: Conejo Ramón, Gato Matías y Perro Lucas.

"¡Amigos! Debemos encontrar una manera de salvarnos del apocalipsis", dijo Pollo México con determinación. Los cuatro amigos comenzaron a buscar pistas por toda la escuela para descubrir qué había causado este desastre.

Encontraron huellas extrañas y objetos fuera de lugar que los llevaron al laboratorio del profesor Luna. "¡Miren esto!" exclamó Conejo Ramón mientras sostenía un frasco lleno de líquido brillante. "Creo que esto es lo que ha causado todo".

Decidieron ir al laboratorio del profesor Luna para pedirle ayuda y contarle lo que habían encontrado. El profesor Luna les explicó que había estado trabajando en un experimento con energía mágica cuando algo salió mal y provocó el apocalipsis en la escuela.

"Necesitamos encontrar una manera de revertir esto", dijo el profesor Luna. "Pero primero, debemos detener el flujo de energía mágica". Los amigos se dividieron en grupos para buscar las fuentes de energía mágica por toda la escuela y desactivarlas.

Fue una tarea difícil, pero con trabajo en equipo lograron apagar todas las fuentes. Sin embargo, aún quedaba un último desafío: revertir el daño que había causado la energía mágica. Pollo México recordó haber visto un libro antiguo en la biblioteca que hablaba sobre hechizos poderosos.

Decidieron ir a buscarlo y encontrar un hechizo para arreglar todo. Después de mucho buscar, encontraron el libro y descubrieron el hechizo adecuado. Todos juntos recitaron las palabras mágicas y, poco a poco, el apocalipsis comenzó a desvanecerse.

La escuela volvió a la normalidad y todos los estudiantes regresaron felices a sus clases. Pollo México y sus amigos fueron reconocidos como héroes por salvar la escuela del apocalipsis.

Desde ese día, Pollo México aprendió lo importante que es trabajar en equipo y nunca rendirse frente a los desafíos. Sabía que siempre estarían ahí para ayudarse mutuamente cuando más lo necesitaran.

Y así, Pollo México siguió viviendo emocionantes aventuras junto a sus amigos mientras disfrutaban de una amistad inseparable e inquebrantable. Fin

FIN.

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