El Aventura Musical de Paul y sus Amigos
Había una vez un nene que se llamaba Paul McCartney. A Paul le encantaba tocar la guitarra. Desde que era muy chico, pasaba horas practicando en su habitación, estrujando las cuerdas con pasión. Cuando no estaba tocando solo, siempre se juntaba con sus amigos Lucas y Ana. Juntos formaban una pequeña banda que alegraba el barrio con sus canciones.
"¡Vamos a tocar en el parque este fin de semana!" - propuso Lucas un día mientras ajustaba las cuerdas de su guitarra.
"¡Sí! Tengo una nueva canción que he estado componiendo", dijo Paul emocionado.
"¡Qué genial! Me encantaría escucharla", comentó Ana mientras tomaba su ukelele.
Los tres niños decidieron prepararse para el gran día. Cada uno eligió una canción y ensayaron juntos todos los días después de la escuela. Practicaron hasta que se les cansaron los dedos y su risa resonaba por todas partes.
Llegó el sábado, y el parque estaba lleno de gente. Había familias, niños jugando y muchos animales correteando por allí. Paul, Lucas y Ana buscaron un lugar bajo un hermoso árbol y comenzaron a preparar su pequeño escenario improvisado. Cuando se sintieron listos, Paul tomó la palabra.
"Hola, a todos! Somos The Little Stars y hoy vamos a tocar algunas canciones para ustedes!" - anunció con entusiasmo.
Los niños comenzaron a tocar, y rápidamente se dejaron llevar por la música. La melodía llenó el aire, y la gente que pasaba se detuvo a escucharlos.
Sin embargo, justo en el medio de la primera canción, comenzó a caer una lluvia suave. Paul, Lucas y Ana miraron al cielo, confundidos.
"No puede ser... Pero tenía que estar despejado hoy!" - exclamó Lucas, frustrado.
"Es solo un poco de agua, sigamos!" - alentó Ana, mientras se movía al ritmo de la música sin preocuparse por la lluvia.
A pesar de que sus guitarras se mojaban y los pies se les llenaban de barro, los niños continúan tocando, y poco a poco, otros comenzaron a unirse a ellos bajo el árbol. La lluvia, en lugar de ser un obstáculo, se convirtió en parte de la diversión. La música los unía y hacía que todos se sintieran felices, incluso bajo la lluvia.
Cuando terminaron su set, la gente aplaudió con fuerza y algunos se acercaron a felicitarlos.
"¡Ustedes son increíbles!" - gritó un nene que había estado bailando.
"¡Deberían tocar más seguido!" - dijo una mamá sonriendo.
Paul, Lucas y Ana se miraron con asombro. Nunca imaginaron que su música podría causar tanto disfrute.
Después de su actuación, se acercó un hombre mayor que, con una sonrisa en su rostro, les dijo:
"Muchachos, no dejen que la lluvia los desanime. La música es más poderosa de lo que piensan. Además, este día será recordado por siempre."
A partir de ese momento, Paul y sus amigos decidieron que cada mes, tocarían en el parque, independientemente del clima. Formaron una tradición dentro de su barrio y se hicieron populares entre grandes y chicos. Con el tiempo, otros niños se unieron a ellos, y la pequeña banda se amplió a un verdadero conjunto musical.
Aprendieron que la música podía unir a las personas y que, a veces, los imprevistos podían dar lugar a momentos mágicos. Jamás olvidaron el día en que tocaron bajo la lluvia, y continúan tocando juntos, siempre llenos de alegría y creatividad. Y así, Paul, Lucas y Ana se dieron cuenta de que no solo hacían música, sino que estaban creando recuerdos y amistades que durarían para siempre.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
FIN.