El bosque de la sabiduría



Había una vez un hermoso pueblo llamado Armonía, ubicado en medio de un frondoso bosque. En este lugar, todos los animales vivían en perfecta armonía y se ayudaban mutuamente.

Sin embargo, había un pequeño problema que aquejaba a algunos habitantes del pueblo: el temor excesivo a los animales del bosque. Algunos niños tenían miedo de los lobos, otros temían a las serpientes y también estaban aquellos que evitaban acercarse a las arañas.

Un día, la valiente y curiosa Lucía decidió enfrentar ese temor y descubrir por qué los animales eran tan mal vistos. Se adentró en el bosque con su amigo Maxi, un pajarito cantor muy sabio.

Al llegar al corazón del bosque, se encontraron con Don Cesar, el viejo búho sabio del lugar. Lucía le contó sobre el temor que sentían algunas personas hacia los animales y le preguntó si existía alguna razón para ello.

Don Cesar sonrió y les explicó: "El miedo es algo natural cuando no conocemos algo o alguien en profundidad. Pero aquí en nuestro bosque todos tenemos una historia que contar". Lucía y Maxi se emocionaron e invitaron al búho sabio a compartir sus historias con ellos.

Don Cesar comenzó hablando sobre los lobos:"Los lobos son criaturas inteligentes y sociales. Aunque algunos puedan parecer peligrosos, trabajan juntos para cuidar de su manada y mantener el equilibrio en el bosque".

Luego continuaron con la historia de las serpientes y descubrieron que eran criaturas pacíficas y útiles para el ecosistema, ya que controlaban la población de roedores.

Por último, Don Cesar les habló sobre las arañas: "Las arañas son expertas tejedoras y nos ayudan a mantener alejados a los insectos dañinos para nuestras plantas. Además, sus telarañas son verdaderas obras de arte". Lucía y Maxi quedaron asombrados por las historias del búho sabio y se dieron cuenta de que el temor no tenía fundamento.

Decidieron compartir todo lo aprendido con los demás habitantes del pueblo. Organizaron una reunión en la plaza principal donde contaron todas las historias que habían escuchado. Los niños escuchaban atentamente mientras perdían su miedo poco a poco.

Fue entonces cuando un lobo apareció en la plaza acompañado por una serpiente y una pequeña araña. Todos se sorprendieron, pero en lugar de correr o gritar, los niños se acercaron lentamente. "¡Hola! ¡Somos amigos!", exclamó Lucía emocionada.

El lobo sonrió y respondió: "Gracias por entender nuestra importancia en este bosque". A partir de ese día, todos los habitantes del pueblo Armonía dejaron atrás sus temores infundados hacia los animales del bosque.

Aprendieron a convivir en paz y respeto con ellos, disfrutando de la maravillosa naturaleza que les rodeaba.

Y así fue como el pueblo Armonía se convirtió en un ejemplo de amor y comprensión hacia todos los seres vivos, demostrando que el temor puede ser superado cuando se conoce y comprende la verdadera naturaleza de las cosas.

FIN.

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