El Cisne Interior



Había una vez en un hermoso lago rodeado de árboles y flores, un patito feo que era diferente a los demás patitos.

Su plumaje no era blanco como el de sus hermanos, sino de un color grisáceo que lo hacía verse triste y desaliñado. Desde pequeño, el patito feo había sido objeto de burlas y rechazo por parte de los otros animales del lago. Los cisnes se reían de él y los pájaros cantores lo evitaban.

A pesar de todo, el patito feo seguía adelante con la esperanza de encontrar su lugar en el mundo. Un día, mientras nadaba solo en el lago, escuchó una dulce melodía que provenía del otro lado.

Curioso, decidió acercarse para descubrir quién cantaba tan hermosamente. Para su sorpresa, se encontró con una familia de cisnes blancos como la nieve que lo miraban con curiosidad pero sin burla. —"Hola" , dijo tímidamente el patito feo.

Los cisnes se acercaron amigablemente y le dieron la bienvenida. "¿Por qué eres tan diferente?", preguntó uno de ellos. El patito feo suspiró antes de responder: "No lo sé. Siempre he sido así".

Los cisnes intercambiaron miradas comprensivas y luego le dijeron: "Ven con nosotros". El patito feo aceptó la invitación y comenzó a nadar junto a ellos. Con el tiempo, el patito feo descubrió que en realidad no era un patito feo, sino un hermoso cisne como sus nuevos amigos.

Se dio cuenta de que su diferencia era lo que lo hacía especial y único. "Gracias por aceptarme tal como soy", les dijo emocionado a los cisnes. "En este lago todos somos diferentes pero iguales al mismo tiempo", respondieron los cisnes sonriendo.

A partir de ese día, el antiguo patito feo se convirtió en uno más del grupo. Juntos exploraban el lago, jugaban al escondite entre los juncos y compartían historias alrededor del fuego por las noches.

La moraleja de esta historia es que la verdadera belleza está en ser uno mismo y en aceptar las diferencias de los demás. El patito feo aprendió que no importa cómo te vean los demás; lo importante es cómo te sientes contigo mismo.

Y así vivieron felices para siempre en aquel maravilloso lago donde la diversidad era celebrada cada día. Y colorín colorado este cuento ha terminado pero su mensaje perdurará por siempre en nuestros corazones.

FIN.

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