El Corazón de Ciro



Había una vez, en un pequeño pueblo llamado Alas Felices, un cuervo muy especial. Su nombre era Ciro y lo que lo hacía diferente a los demás cuervos era que en realidad había sido una persona.

Ciro solía vivir en las afueras del pueblo, en un viejo árbol hueco. Pasaba sus días volando por los campos y explorando el mundo con su mirada aguda.

Aunque disfrutaba de la libertad de ser un cuervo, siempre había sentido curiosidad por saber cómo era ser humano. Un día soleado, mientras Ciro revoloteaba entre los árboles del bosque cercano al pueblo, escuchó risas provenientes de abajo. Bajó rápidamente y se encontró con un grupo de niños jugando en el parque.

Fascinado por ellos, decidió acercarse para observar más de cerca. Los niños notaron al extraño cuervo posado sobre una rama y se acercaron con curiosidad.

Uno de ellos llamado Martín dijo: "¡Mira qué lindo cuervo! ¿Te gustaría jugar con nosotros?"Ciro asintió emocionado y comenzaron a jugar todos juntos al escondite. Durante el juego, Ciro demostró ser muy inteligente y habilidoso para encontrar a los niños escondidos.

Al finalizar el juego, Martín exclamó: "Eres increíble como cuervo, pero me pregunto cómo serías si fueras humano". Las palabras de Martín resonaron fuertemente en la mente de Ciro durante toda la noche. No podía dejar de pensar en esa posibilidad y decidió buscar respuestas.

Al día siguiente, volviendo al parque, Ciro encontró a Martín y le dijo: "-Martín, quiero saber cómo ser humano. ¿Sabes de alguien que pueda ayudarme?"Martín sonrió y respondió: "-Mi abuela es una mujer sabia y conocedora de los secretos del bosque.

Tal vez ella pueda ayudarte". Lleno de esperanza, Ciro siguió a Martín hasta la casa de su abuela. La anciana lo recibió con una cálida sonrisa y escuchó atentamente su deseo.

"-Ciro, para convertirte en humano debes superar tres pruebas", dijo la abuela mientras sostenía un viejo libro. Ciro asintió decidido y se preparó para enfrentar las pruebas. La primera prueba consistía en encontrar una pluma mágica oculta en el bosque encantado.

Ciro voló rápidamente hacia el lugar indicado por la abuela y después de buscar durante horas, finalmente encontró la pluma brillante entre las ramas de un árbol antiguo. La segunda prueba era más difícil.

Debía demostrar su valentía rescatando a un conejito atrapado en una cueva oscura. Sin pensarlo dos veces, Ciro se adentró en la cueva sin temor alguno y logró liberar al pequeño conejito. La tercera prueba era la más importante.

Debía mostrar compasión ayudando a un pájaro herido que no podía volar. Con cuidado, Ciro tomó al pajarito entre sus garras y lo llevó hasta el nido donde vivían sus padres. Juntos construyeron un refugio seguro para el ave herida.

Cuando regresó a la casa de la abuela, Ciro estaba exhausto pero feliz. La anciana sonrió y dijo: "-Has demostrado ser valiente, generoso y compasivo. Te has ganado el derecho de convertirte en humano".

En ese momento, un brillo mágico rodeó al cuervo y poco a poco se transformó en un niño con cabello negro como sus plumas. Ciro miró sus manos y se emocionó al ver que finalmente era humano.

Agradeció a la abuela por su ayuda y corrió hacia el parque para encontrarse con Martín. "-¡Martín, soy humano ahora!", exclamó Ciro emocionado. Martín lo miró sorprendido pero feliz. Juntos comenzaron una gran amistad llena de aventuras y aprendizajes.

Ciro aprendió que no importa cómo luzcas por fuera, lo más importante es tener un corazón noble y valiente. Y así, todos los días Ciro recordaba su vida como cuervo mientras disfrutaba de su nueva vida como niño en Alas Felices.

Y colorín colorado, esta historia ha terminado, pero recuerda siempre ser tú mismo sin importar las apariencias exteriores.

FIN.

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