El gol decisivo

Había una vez una niña llamada Ana, que desde muy pequeña soñaba con ser una gran jugadora de handball.

Todos los días practicaba en la canchita del barrio, pero un día, cuando por fin llegó el torneo más importante, Ana tuvo que enfrentarse a muchos problemas. En primer lugar, su mejor amiga y compañera de equipo se lastimó y no podría jugar. '-¡Qué mala suerte, Ana! ¿Cómo vamos a ganar sin Sofi en el equipo?', se lamentó su entrenador.

Pero Ana no se rindió. Decidió hablar con sus compañeras y, juntas, prometieron hacer su mejor esfuerzo. En el primer partido, el equipo de Ana estaba perdiendo por cuatro goles y todo se veía oscuro.

Ana recordó las palabras de su abuela: 'Cuando las cosas se ponen difíciles, es el momento de brillar'. Inspirada, Ana se concentró en el juego y logró anotar un gol tras otro, empatando el partido.

En la última jugada, Ana tomó la pelota, esquivó a las defensoras rivales y lanzó un potente tiro que se clavó en el arco rival. El estadio estalló en júbilo y el equipo de Ana se llevó la victoria.

A partir de ese momento, Ana y su equipo se convirtieron en campeonas, demostrando que con esfuerzo, trabajo en equipo y perseverancia, todo es posible.