El Gorila Guerrero y los Zombis Amistosos
En un frondoso bosque, vivía un gorila valiente llamado Gori. Gori no era un gorila común, era un guerrero conocido por su gran fuerza y su noble corazón. Su misión era proteger a todos los animales del bosque y mantener la paz. Sin embargo, cierta mañana, todo cambió.
Mientras Gori estaba desayunando unos plátanos, escuchó un ruido extraño. Era un grupo de zombis que había llegado al bosque. No eran zombis comunes, eran unos zombis amistosos que en lugar de asustar a los animales, lo que buscaban era jugar. Se acercaron a Gori con una gran sonrisa.
"¡Hola, gorila gorioso! Somos zombis que queremos conocer tu bosque. Estamos cansados de estar solos y queremos jugar con usted y sus amigos." - dijo Zambo, el líder de los zombis.
Gori, al principio, se sintió inquieto. Había oído muchas historias sobre criaturas como los zombis que solo traían problemas. Pero al ver la expresión amistosa de Zambo, decidió no ser prejuicioso.
"Está bien, pero primero quiero saber por qué vinieron aquí. ¿Acaso planean asustar a mis amigos?" - preguntó Gori con un tono firme.
Zambo respondía con sinceridad: "¡Nunca haríamos eso! Venimos de un lugar muy lejano, donde todos se asustan de nosotros. ¡Solo queremos un lugar donde podamos ser aceptados y jugar!"
Gori se dio cuenta que los zombis realmente solo deseaban ser amigos. Entonces, decidió hacer un pequeño torneo de juegos para que todos pudieran conocerse. Los animales del bosque eran al principio cautelosos, pero pronto se unieron a las carreras, a la búsqueda del tesoro, y al divertido escondite con los zombis.
Todo iba muy bien hasta que un grupo de zorros traviesos llegó, atraídos por el bullicio. Al ver a los zombis, se rieron y empezaron a burlarse de ellos.
"¡Qué horror! ¡Miren esos zombis verdes! ¡No tienen ni un pelo!" - gritaron los zorros.
Los zombis se sintieron heridos. Gori, que estaba observando la situación, rápidamente intervino:
"¡Eh, amigos! No deberían burlarse de nadie por su apariencia. Todos somos diferentes y eso es lo que nos hace especiales."
Los zorros se sintieron un poco avergonzados, pero uno de ellos, llamado Zuri, se atrevió a hablar:
"Pero... nosotros no entendemos ¿por qué son así?"
Gori explicó: "A veces, lo que no entendemos nos asusta. Pero si los conocemos un poco más, podremos hacer amigos. Vamos a invitar a los zombis a jugar juntos. Así veremos que ser diferente no está mal."
Convencidos por Gori, los zorros decidieron intentar jugar con los zombis. Sorprendentemente, se divirtieron mucho. Jugaron a la pelota y a un juego que llamaron '¡Atrapa al zombi!' en el que los zombis se hacían los que eran más lentos y los demás tenían que atraparlos.
Pronto, el bosque se llenó de risas. Gori se sintió orgulloso al ver cómo todos jugaban juntos.
"¡Vengan a jugar, amigos! ¡Que no se acabe la diversión!" - los animó Gori.
Al finalizar el día, los zorros se acercaron a Zambo y le dijeron: "Perdón por haberte burlado. No sabemos cómo es ser un zombi, pero nos alegra conocerte."
Zambo sonrió: "Gracias, amigos. Ahora sabemos que podemos ser amigos y jugar juntos."
Desde ese día, el bosque nunca volvió a ser el mismo. Gori había demostrado que las diferencias no importan. Lo que importa es el respeto, la comprensión y la amistad. Y así, los zombis y los animales vivieron felices, compartiendo juegos y momentos juntos.
FIN.