El Gran Encuentro de Selva Identidad
En lo profundo de la selva, donde los árboles altos tocan el cielo y los ríos murmuran suavemente, vivía un grupo de animales muy distintos entre sí. Estaba Lola, la jaguar, que era rápida y elegante; Tico, el tucán, con su colorido pico; y Roco, el sapo, que siempre estaba dispuesto a saltar y jugar.
Un día, mientras se reunían para tomar el sol, Lola habló: "Chicos, he estado pensando... ¿qué nos hace ser quienes somos?"-
Tico, curioso, preguntó: "¿A qué te referís, Lola?"-
Lola respondió: "Me refiero a que todos somos diferentes, pero a veces siento que no entendemos bien por qué somos así. ¿Qué les parece si hacemos un gran encuentro y hablamos de nuestra identidad?"-
Roco, emocionado, saltó: "¡Eso suena genial! Pero, ¿cómo lo haremos?"-
Así fue como decidieron invitar a todos los animales de la selva. Al día siguiente, se reunieron en la gran llanura, donde los rayos del sol brillaban con fuerza.
Se acomodaron en un círculo y empezó Lola: "Yo soy jaguar, y me siento fuerte y ágil. Pero a veces me pregunto si eso es todo lo que soy."-
Tico, con su cola moviéndose, agregó: "Yo soy un tucán, y me encanta volar alto. Pero mi pico colorido a veces me hace sentir diferente, como si los demás me miraran raro."-
Roco, sonriente, saltó un poco y dijo: "Yo soy un sapo, y disfruto saltar por todos lados. Pero a veces siento que no soy tan especial como ustedes, porque no tengo una piel brillante o alas que me hagan volar."-
Cuando todos compartieron sus experiencias, un misterioso ruido resonó por la selva. Todos miraron hacia la entrada y vieron a Beto, el viejo oso perezoso, que se acercaba lentamente.
"¡Hola, amigos!"- llamó Beto, con su voz suave. "¿Qué están haciendo aquí?"-
Lola, intrigada, le dijo: "Estamos hablando sobre nuestra identidad. ¿Por qué no te unes a nosotros?"-
Beto, con una sonrisa, se sentó y empezó a contar su historia: "Aunque soy un oso perezoso y me gusta descansar, también tengo un talento especial. Soy un gran narrador de historias y me encanta compartirlas con los demás. Puedo sentarme en un árbol durante horas y contar sobre las aventuras de nuestra selva."-
Los animales se miraron fascinados. No solo se dieron cuenta de que cada uno tenía una identidad única, sino que también comenzaron a ver el valor en las historias y experiencias de los demás.
Sin embargo, a medida que el encuentro avanzaba, una sombra oscura apareció sobre ellos. Era Cazador, el gran halcón, que se posó en una rama cercana. "¿Qué hacen aquí, criaturas de la selva?"- gruñó con un aire amenazante. "Ustedes son débiles y no tienen poder. No hay forma de que se sientan orgullosos de ser lo que son."-
Los animales se sintieron intimidados, pero Lola tomó una respiración profunda y dijo: "Cazador, todos somos diferentes, y eso no nos hace débiles. Cada uno de nosotros tiene su propio valor. Yo soy rápida, Tico es colorido, Roco salta alto y Beto cuenta historias. Todos tenemos algo especial para aportar."-
Cazador los miró fijamente, confundido por su valentía. "Pero, ¿cómo pueden sentirse bien si son tan distintos?"-
Tico, alzando su vuelo, exclamó: "Porque nuestras diferencias nos hacen únicos. Nos complementamos y aprendemos unos de otros. Sin nuestras diferencias, la selva no sería tan hermosa y vibrante."-
Poco a poco, Cazador comprendió lo que los animales intentaban decir. "Quizás he estado equivocado. Nunca pensé que la diversidad podría ser tan valiosa."-
Los animales sonrieron, y Beto, con su voz suave, respondió: "La verdadera fuerza radica en aceptar y celebrar quiénes somos. Cuando nos unimos, no hay nada que no podamos lograr juntos."-
Y así, el Gran Encuentro de Selva Identidad se convirtió en una celebración de la diversidad. Los animales aprendieron que, aunque diferentes, cada uno tenía su propio papel en la selva, y eso los hacía únicos y especiales.
Desde ese día, se comprometieron a seguir compartiendo sus historias y ayudándose unos a otros, recordando siempre lo importante de comprender y abrazar su identidad en un mundo lleno de diferencias.
FIN.