El guardián de la naturaleza

Había una vez un espíritu sabio y silencioso que protegía todos los bosques y selvas del mundo. Nadie lo veía, pero todos sentían su presencia cuando entraban en el territorio de los árboles y las plantas.

Un día, un grupo de cazadores entró en la selva con sus armas al hombro. El espíritu se acercó a ellos y les habló:"¿Qué están haciendo aquí?"- preguntó el espíritu.

"Vamos a cazar animales para vender su piel"- respondió uno de los cazadores. El espíritu frunció el ceño y dijo:"Los animales son nuestros hermanos menores. No tienen voz para defenderse.

¿Cómo te sentirías si alguien viniera a tu casa con un arma para matarte?"Los cazadores se miraron entre sí, avergonzados por lo que estaban haciendo. Entonces, el espíritu continuó:"Además, cada animal tiene un papel importante en la naturaleza. Si matan demasiados animales, desequilibrarán todo el ecosistema.

"Los cazadores comprendieron lo que decía el espíritu y decidieron abandonar sus armas y salir de la selva sin hacer daño a ningún ser vivo. Poco después, un grupo de leñadores llegó al bosque con hachas afiladas.

El espíritu se acercó a ellos también:"¿Qué están haciendo aquí?"- preguntó otra vez. "Vamos a cortar algunos árboles para hacer muebles"- respondió uno de los leñadores. El espíritu negó con la cabeza tristemente y dijo:"Los árboles son nuestros amigos. Nos dan aire para respirar y nos protegen del sol.

¿Cómo te sentirías si alguien viniera a tu casa con una sierra para cortarte?"Los leñadores se sintieron mal por lo que estaban haciendo, así que el espíritu continuó:"Además, cada árbol tiene su propia vida y propósito en el bosque.

Si cortan demasiados árboles, destruirán todo el ecosistema. "Los leñadores entendieron lo que decía el espíritu y decidieron dejar sus hachas y salir del bosque sin hacer daño a ningún ser vivo.

El espíritu siguió visitando a todos los humanos que entraban en la selva o el bosque, haciéndoles ponerse en el lugar de los animales y las plantas. Con su sabiduría y su silencio, logró proteger la naturaleza de los daños humanos.

Y así fue como todos aprendieron a respetar la vida en todas sus formas, gracias al poderoso mensaje del espíritu protector de los bosques y selvas del mundo.