El milagro de Benja
En un pequeño barrio de Buenos Aires, había un equipo de fútbol llamado 'Los Guerreros del Balón', formado por un grupo de niños que soñaban con ser campeones. Sin embargo, había un problema: perdían todos sus partidos. La desmotivación comenzó a apoderarse del equipo, y sus días de entrenamiento se convirtieron en momentos de tristeza.
Un día, un niño nuevo llegó al barrio. Se llamaba Benja y era de Uruguay. Con gran entusiasmo, fue a ver un entrenamiento de 'Los Guerreros del Balón'. Cada vez que los chicos fallaban un tiro, él sonreía y les decía: "No se preocupen, chicos, lo importante es seguir intentando. ¡Vamos que hoy lo hacemos mejor!"
Los niños, intrigados por su optimismo, decidieron dejar que Benja se uniera al equipo. Desde el primer entrenamiento, se notó su talento. Con una habilidad sorprendente, driblaba a sus compañeros y metía goles a montones. El entrenador, el Sr. Gómez, no podía creerse lo que veía. "¿Quién es este chico? ¡Nunca había visto a un niño jugar así en este equipo!"
Poco a poco, el ambiente del equipo empezó a cambiar. Benja alentaba a todos, y su manera de jugar inspiró a sus compañeros. "¡Vamos, chicos! ¡Hoy podemos ganar! ¡Lo importante es divertirnos!"
Finalmente, llegó el día del gran partido. Era un día soleado y el rival era un equipo que siempre había ganado todos sus encuentros. Todos estaban nerviosos, especialmente los niños de 'Los Guerreros del Balón'. Algunos de ellos murmullaban entre sí, "No vamos a ganar otra vez…"
Benja, escuchándolos, se acercó y dijo: "No piensen en lo que pasó antes. Hoy es un nuevo día. Juguemos con el corazón y nos llevaremos una victoria, sin importar el resultado".
El partido comenzó y 'Los Guerreros del Balón' mostraron una garra que nunca habían tenido. Después de unos minutos de juego, el rival marcó un gol. Los corazones de los niños se hundieron un poco, pero Benja, con su energía inagotable, gritó desde el campo: "¡No se desanimen! ¡Aún queda mucho tiempo!"
Poco a poco, el equipo comenzó a recuperar confianza. Gracias a los pases precisos de Benja, lograron crear oportunidades de gol. Finalmente, llegó el momento decisivo. Benja recibió la pelota en el borde del área y, con una finta impresionante, eludió a dos defensores. "¡Esto va para el gol!" gritó.
Y con un disparo certero, la pelota se coló en la red. "¡GOOOOL!" gritó todo el equipo, y la alegría se desbordó.
Pero aún así, el rival no iba a rendirse y, tras varios intentos, lograron anotar otro gol. Con el marcador 2-1 en contra, quedaban pocos minutos. Benja reunió a sus compañeros y dijo: "¡Vamos a intentarlo de nuevo! ¡Juntos podemos!"
En los últimos minutos del partido, el equipo se lanzó al ataque. Benja una vez más tomó la pelota, y en una jugada increíble, logró meter otro gol. Con el resultado 2-2 en el marcador, todos estaban eufóricos. "¡Lo estamos logrando!" exclamó uno de los chicos.
Al final del tiempo reglamentario, el árbitro decidió dar cinco minutos más. 'Los Guerreros del Balón' no se rendían y luchaban con todo. En el último instante, Benja, con su astucia, hizo una pared con su compañero, y disparó al arco. Esta vez, el balón se fue directo al fondo de la red. "¡GOOOOL!" gritó toda la hinchada.
El árbitro pitó el final del partido y el marcador reflejaba un increíble 3-2 a favor de 'Los Guerreros del Balón'. Los chicos saltaron, abrazándose y celebrando su primera victoria.
Benja, feliz y emocionado, miró a sus compañeros y dijo: "Esto solo fue el comienzo. ¡Juntos podemos lograr mucho más!"
Desde ese día, 'Los Guerreros del Balón' no solo se convirtieron en un equipo ganador, sino también en un grupo unido que aprendió a disfrutar de cada momento en la cancha. Y todo gracias al optimismo y al talento de un niño de Uruguay llamado Benja.
FIN.