El pollito perdido
Había una vez en una granja en la provincia de Buenos Aires, un pequeño pollito llamado Panchito. Panchito era muy travieso y le encantaba explorar la granja, pero un día, mientras jugaba, se alejó demasiado y se perdió. Panchito se sentía asustado y solo, y comenzó a buscar a su mamá por todos lados, pero no la encontraba.
Panchito decidió preguntar a los otros animales de la granja si habían visto a su mamá. "¿Han visto a mi mamá?", preguntó a la vaca. "No, pequeño pollito, lo siento", respondió la vaca. Panchito siguió preguntando a los cerdos, ovejas y caballos, pero ninguno había visto a su mamá. Desesperado, Panchito decidió emprender un largo viaje en busca de su mamá.
Durante su viaje, Panchito conoció nuevos amigos como el perro guardián de la granja, quien le dio consejos para orientarse, y la gallina Sabrina, quien lo acompañó en su travesía. Juntos vivieron varias aventuras, como cruzar un arroyo y escapar de un zorro travieso. Finalmente, Panchito y Sabrina llegaron a un lugar desconocido, donde se encontraba la mamá de Panchito buscándolo desesperadamente. Todos se abrazaron emocionados y felices de estar juntos de nuevo.
Panchito aprendió que es importante seguir las reglas y no alejarse demasiado sin permiso, pero también descubrió el valor de la amistad y la valentía en su aventura. Desde ese día, Panchito se convirtió en un buen amigo y un pollito más responsable. Y la granja volvió a ser un lugar tranquilo y alegre para todos sus habitantes.
FIN.