El refugio de la amistad



Había una vez en un bosque encantado, dos amigos muy especiales: Teo, el oso perezoso, y Lila, la ardilla ágil. Ambos vivían juntos en un viejo árbol hueco que habían convertido en su hogar.

Un día soleado, mientras jugaban a las escondidas, escucharon un ruido proveniente de lo profundo del bosque. Curiosos, decidieron ir a investigar. Al llegar al lugar de donde provenía el sonido, encontraron a Lucas, el zorro travieso, atrapado entre ramas y hojas.

"¡Ayuda! ¡No puedo liberarme!", exclamó Lucas con voz angustiada. Teo y Lila se miraron preocupados pero sin dudarlo ni un segundo se pusieron manos a la obra para ayudar a su amigo zorro.

Con trabajo en equipo lograron liberarlo y Lucas les agradeció emocionado. "¡Muchas gracias por salvarme! ¿Cómo puedo compensarles?", preguntó Lucas. "No tienes que compensarnos con nada. La amistad no se compra", respondió Teo con una sonrisa amable.

Lucas quedó impresionado por la generosidad de sus amigos y decidió cambiar su actitud egoísta para convertirse en un compañero leal y solidario. Los tres animales pasaban los días juntos explorando el bosque, aprendiendo unos de otros y fortaleciendo su amistad cada vez más.

Pero un día gris y nublado, una fuerte tormenta azotó el bosque llevándose consigo parte del hogar de Teo y Lila. El árbol hueco quedó tan dañado que ya no era seguro para vivir.

"¿Y ahora qué haremos? ¿Dónde vamos a vivir?", preguntaba Lila preocupada mientras miraba los restos de su hogar destrozado. "Tranquila amiga, encontraremos una solución juntos", dijo Teo con determinación.

Fue entonces cuando Lucas tuvo una brillante idea: construirían todos juntos una nueva casa donde pudieran vivir cómodamente los tres amigos. Así que se pusieron manos a la obra: Teo trajo troncos para hacer las paredes, Lila recogió hojas para techarla y Lucas buscó piedras para hacer la chimenea.

Después de mucho esfuerzo y trabajo en equipo lograron construir una hermosa casa donde cada uno tenía su espacio pero siempre estaban cerca los unos de los otros. La amistad que compartían les había permitido superar cualquier obstáculo y salir adelante juntos más fuertes que nunca.

Y así Teo el oso perezoso, Lila la ardilla ágil y Lucas el zorro travieso siguieron viviendo aventuras inolvidables en su nuevo hogar rodeados del amor y compañerismo que solo verdaderos amigos pueden brindarse.

FIN.

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