El reino de las Ropas Nuevas
En el reino de las Ropas Nuevas, todos sus habitantes eran grandes fanáticos de la moda. Cada año, cuando llegaba el verano, los Reyes organizaban un gran desfile de moda para mostrar las últimas tendencias. Todos estaban entusiasmados y ansiosos por lucir las prendas más elegantes y llamativas.
En una pequeña aldea del reino vivía un joven llamado Tomás, quien había crecido admirando el desfile de moda. Soñaba con ser parte de él y lucir una hermosa y elegante ropa nueva. Sin embargo, Tomás provenía de una familia humilde y no tenían recursos para comprarle una prenda especial para el desfile. A pesar de ello, nunca perdió el entusiasmo y la ilusión de participar.
Cuando llegó la fecha del desfile, Tomás observaba desde su casa a todos los aldeanos desfilar con sus hermosas ropas nuevas. Sin embargo, su rostro mostraba tristeza al no poder participar. Fue entonces cuando la reina, al ver la desilusión en sus ojos, decidió hacer algo al respecto. Convocó a los sastres más talentosos del reino y les pidió que confeccionaran una prenda especial para Tomás. Los sastres se pusieron manos a la obra y crearon un traje único y maravilloso.
El día del desfile, Tomás se sorprendió al ver a la reina y los sastres llegar a su casa con una caja adornada con cintas y lazo. Al abrirla, descubrió el traje más increíble que jamás hubiera visto. Con lágrimas en los ojos, se vistió con esa magnífica prenda y corrió hacia el lugar del desfile. Al llegar, los aldeanos se quedaron boquiabiertos al ver lo radiante que lucía Tomás con su nueva ropa. Fue entonces cuando los Reyes, impresionados por la valentía y el estilo de Tomás, lo nombraron el Rey de la Creatividad y el Buen Gusto. Desde ese día, todos los habitantes del reino aprendieron que la verdadera elegancia reside en la creatividad y la actitud, no en el precio de las prendas.
FIN.