El Secreto de los Sueños



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, un niño llamado Mateo. Mateo era muy inteligente y curioso, le encantaba explorar y descubrir cosas nuevas.

Siempre estaba buscando respuestas a sus preguntas y nunca se cansaba de aprender. Una noche, mientras dormía profundamente, Mateo comenzó a soñar. En su sueño, se encontraba en un bosque oscuro y misterioso.

Aunque al principio estaba asustado, recordó que era valiente e inteligente, por lo que decidió explorar el lugar. De repente, escuchó una voz suave que le decía: "Mateo, para salir de este bosque debes obedecer a tus padres en todo momento".

Sorprendido por la advertencia, Mateo asintió con determinación y decidió seguir las instrucciones al pie de la letra. Mientras caminaba por el bosque, se encontró con diferentes desafíos y tentaciones. En un momento dado, vio un río caudaloso y peligroso.

Una voz le advirtió: "No te acerques al río sin permiso de tus padres". Mateo recordó las palabras sabias de la voz en su sueño y decidió no arriesgarse. Siguiendo su camino, llegó a un puente antiguo y tambaleante que crujía con cada paso.

Una vez más, la voz le dijo: "No cruces el puente sin compañía de un adulto". A pesar de estar ansioso por saber qué había al otro lado del puente, Mateo entendió la importancia de obedecer a sus padres para evitar peligros innecesarios.

Finalmente, después de superar varios obstáculos gracias a su inteligencia y obediencia, Mateo llegó a la salida del bosque oscuro. La luz del sol iluminaba su rostro mientras despertaba de su sueño.

Al abrir los ojos en su habitación acogedora llena de juguetes y libros, Mateo sintió una profunda gratitud hacia sus padres por enseñarle la importancia de obedecer para mantenerse seguro.

Desde ese día en adelante, Mateo valoraba aún más las enseñanzas de sus padres y siempre procuraba escucharlos y seguir sus consejos. Sabía que ser inteligente no solo significaba tener conocimientos sino también saber cuándo obedecer para protegerse a sí mismo y a los demás.

Y así fue como el valiente e inteligente Mateo aprendió una importante lección en su aventura onírica: que la obediencia puede ser tan poderosa como la valentía cuando se trata de enfrentarse a los peligros del mundo exterior.

FIN.

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