El secreto de los sueños mágicos
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Dulce Sueño, vivían dos hermanitos, Juancito y Marianita, quienes eran muy traviesos y les costaba mucho trabajo dormir temprano. Una noche, su abuela les contó una mágica historia sobre el Secreto de los Sueños Mágicos.
- A ver, mis queridos niños, ¿saben por qué es importante dormir temprano? - les preguntó la abuela con una sonrisa traviesa en su rostro.
- ¡Para tener energía para jugar todo el día! - exclamó Juancito emocionado.
- No exactamente, mi querido Juancito - respondió la abuela con ternura -. Cuando dormimos temprano, nuestro cuerpo descansa y se recarga de energía, y durante la noche nuestros sueños nos ayudan a aprender cosas nuevas y a crecer fuertes y sanos.
Fascinados por esta revelación, Juancito y Marianita le pidieron a su abuela que les contara más sobre los Sueños Mágicos. La abuela les relató la historia de la Estrella de los Sueños, un mágico lugar donde se creaban los sueños más increíbles para los niños que dormían temprano y con mucha ilusión en sus corazones.
La abuela les dijo que para llegar a la Estrella de los Sueños, debían seguir las indicaciones de un antiguo mapa que se encontraba en el Libro de los Sueños, custodiado por el guardián de los secretos del sueño, el Tiempo de las Estrellas.
Juancito y Marianita, emocionados, decidieron que esa misma noche buscarían el Libro de los Sueños y emprenderían la aventura de llegar a la Estrella de los Sueños. Así que, en cuanto sus padres los besaron y se durmieron, los dos hermanitos se dirigieron al desván de la casa, donde se encontraban guardados los objetos más antiguos y especiales de la familia.
Tras rebuscar entre viejos baúles y polvorientas estanterías, encontraron el antiguo Libro de los Sueños. Lo abrieron y descubrieron un hermoso mapa que indicaba el camino hacia la Estrella de los Sueños. Sin dudarlo, se pusieron en marcha siguiendo las indicaciones del mapa.
En su camino, se enfrentaron a numerosos desafíos: un río de lágrimas, una montaña de pesadillas y un laberinto de bostezos. Sin embargo, su determinación y valentía los llevaron a superar cada obstáculo. Finalmente, llegaron a un prado iluminado por miles de luciérnagas, donde se alzaba radiante la Estrella de los Sueños.
La Estrella de los Sueños les dio la bienvenida con una cálida luz, y les explicó que cada niño que dormía temprano y con alegría en su corazón, contribuía a iluminarla y mantener viva la magia de los sueños.
Emocionados, Juancito y Marianita regresaron a casa con la certeza de que dormir temprano no era solo una rutina aburrida, sino un paso clave para descubrir un mundo de aventuras, aprendizaje y magia en sus propios sueños. Desde entonces, se esforzaron por dormir temprano y despertar con una sonrisa, sabiendo que estaban contribuyendo a hacer brillar la Estrella de los Sueños para todos los niños del mundo.
Y así, cada noche, Dulce Sueño se llenaba de risas y sueños mágicos para Juancito y Marianita, y para todos los niños que, como ellos, descubrían la importancia de dormir temprano.
FIN.