El sueño de Kiko


Había una vez un koala llamado Kiko, quien soñaba con convertirse en una estrella. Siempre había admirado a los artistas y siempre se imaginaba estar en el escenario, compartiendo su talento con el mundo.

Un día, Kiko vio un anuncio en la televisión sobre un famoso programa de talentos. Sin dudarlo, decidió presentarse y mostrar todo lo que podía hacer.

¡Estaba seguro de que iba a impresionar al jurado! Con mucha emoción y nerviosismo, Kiko llegó al estudio del programa. Habían muchos animales esperando su turno para audicionar. Había leones equilibristas, pingüinos malabaristas e incluso serpientes encantadoras de flautas. Finalmente llegó el momento de que Kiko subiera al escenario.

Con paso seguro y sonrisa en el rostro, comenzó a bailar ballet como nunca antes se había visto en un koala. Saltaba grácilmente por todo el escenario mientras hacía piruetas y movimientos elegantes. Al terminar su actuación, todos aplaudieron entusiasmados...

excepto los jueces del programa. El jurado no parecía impresionado en absoluto. "Lo siento mucho, Kiko", dijo uno de los jueces con una expresión seria en su rostro.

"Tu actuación fue buena, pero ya hemos visto a muchos animales bailando ballet aquí". Kiko se sintió desanimado pero no dejó que eso lo detuviera. Decidió probar con otro talento: cantar ópera. Se preparó durante semanas practicando sus escalas vocales y afinando cada nota hasta la perfección.

Cuando llegó su turno nuevamente, Kiko subió al escenario y comenzó a cantar con una voz poderosa y melodiosa. Su interpretación era tan emotiva que algunos animales en la audiencia incluso se emocionaron hasta las lágrimas.

Pero, nuevamente, el jurado no parecía estar impresionado. Uno de los jueces dijo: "Kiko, tu voz es hermosa, pero ya hemos visto a muchos animales cantando ópera aquí". Kiko estaba desanimado.

Parecía que no importaba lo que hiciera, siempre había alguien más talentoso o alguien que ya había hecho lo mismo antes. Decidió darle una última oportunidad a su sueño y eligió hacer algo completamente diferente: construir un castillo de arena gigante en el escenario.

Pasó días enteros trabajando en cada detalle del castillo, asegurándose de que fuera perfecto. Cuando llegó su turno final para presentarse ante el jurado, Kiko reveló su obra maestra. El castillo era increíblemente detallado y sorprendente. Todos quedaron boquiabiertos ante la belleza de la creación de Kiko.

Esta vez, los jueces no pudieron contener su asombro. Se levantaron de sus asientos aplaudiendo emocionados y gritando "¡Bravo!". —"Kiko" , exclamó uno de ellos mientras se acercaba al koala emocionado.

"Has demostrado algo único y original en este programa". Kiko sonrió orgulloso mientras recibía el reconocimiento por fin merecido. A partir de ese día, Kiko se convirtió en una estrella famosa gracias a su talento para construir increíbles castillos de arena.

Aprendió que ser diferente y auténtico era lo que realmente importaba en el mundo del espectáculo. Y así, Kiko demostró a todos que no importa cuántas veces te rechacen o te digan —"no" , siempre hay algo especial dentro de ti esperando ser descubierto.

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